Los restos óseos que se han encontrado en un pozo de Gran Canaria donde se busca el cuerpo de la joven Sara Morales, desaparecida en junio de 2006, están envueltos en una especie de saco o plástico.
Así lo explicó a los periodistas la jefa superior del Cuerpo Nacional de Policía en Canarias, Concepción de Vega, quien se ha desplazado hasta el lugar donde efectivos del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional trabajan desde las 8.30 horas de este lunes en las tareas para tratar de extraer estos restos óseos.
Los huesos se encuentran a unos 30 metros de profundidad en el fondo de un pozo situado en el interior de una casa abandonada en las inmediaciones de la carretera GC-100, que une el Valle de Jinámar con Las Palmas de Gran Canaria.
Concepción de Vega ha destacado la dificultad para llegar hasta los restos, que fueron localizados con una mini cámara de rayos x cedida por Protección Civil del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana.
Sólo se ha podido llegar hasta la superficie del agua
La máxima responsable policial en el Archipiélago ha señalado que en el pozo sólo pueden trabajar dos agentes a la vez y ha indicado que hasta el momento sólo han podido llegar hasta la superficie del agua, a unos 15 metros de profundidad, de tal forma que los restos se encuentran sumergidos a otros 15 metros.
Aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de extraer el agua del pozo, un informe sobre los niveles freáticos en la zona lo han descartado porque las filtraciones de agua harían que se volviera a llenar.
De momento las tareas se limitan a sacar del pozo los restos de basura, desperdicios y troncos que se han acumulado en su interior.
Concepción de Vega, que hizo estas declaraciones acompañada del jefe de la Brigada de Policía Judicial de Las Palmas, Juan Luis Regalado, también señaló que en el operativo trabajan unos 15 agentes y señaló que, aunque los restos se encontraron el viernes, hasta este lunes no se ha podido empezar a trabajar en su extracción porque lo complicado de la operación requería una preparación previa del dispositivo.
Hasta el lugar donde se encuentra el pozo se ha desplazado también la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, quien hizo un llamamiento a la prudencia porque primero es necesario recuperar la bolsa y luego analizar su contenido.
El pozo está en el interior de una casona abandonada del siglo pasado que primero fue una finca de explotación agrícola y en los años ochenta fue utilizada por su pozo de agua para trabajos relacionados con la construcción, según han indicado vecinos de Jinámar.
La zona donde se han hallado estos restos es uno de los “puntos” marcados por la investigación que lleva a cabo la Policía Nacional para tratar de localizar a Sara Morales, quien desapareció cuando tenía 14 años.
Las fuentes han insistido en que nunca se ha dejado de trabajar en el caso y que, tras buscar durante varios días y sin éxito en un solar situado en las inmediaciones de un centro comercial de las afueras de Las Palmas de Gran Canaria a petición de la madre de la niña, Nieves Hernández, la Policía continuó su trabajo en Jinámar.