El Cabildo de Gran Canaria apagará durante las dos semanas que dure la migración de las pardelas hacia Sudamérica el arco del viaducto del Rincón, además de bajar la intensidad de las luminarias de algunas vías.
Esta decisión la toman las consejerías de Obras Públicas y de Medio Ambiente del Cabildo, que colaborarán en la campaña de recogida de pollos de pardela para que emprendan su emigración sin que las luces los desorienten.
Las luces de carreteras y edificios no solamente ciega a los pollos y los desorientan, sino que por ello caen a tierra, donde la implicación ciudadana también juega un importante papel en su recogida y entrega.
El consejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación, Juan Manuel Brito, recalca que “lo fundamental es que caigan deslumbrados el menor número de ejemplares posibles, y en ese sentido la decisión de la Consejería de Obras Públicas es muy importante”.
Además del descenso en la intensidad de las luces, la Consejería de Medio Ambiente ha reforzado el dispositivo de Fauna del Cabildo para poder dar respuesta a todas las solicitudes de recogida de pardelas desorientadas o heridas que reciben.
“Tenemos uno de los mejores centros de recuperación de fauna marina de Europa, y el personal del Centro, con la coordinación de Pascual Calabuig, está preparado para atender a todos los animales que lo requieran” aseguró Brito.
“Además, este año, como viene siendo tradicional, contamos con la inestimable colaboración de la asociación Amigos de las Pardelas, que hacen un gran trabajo. Sin la colaboración de la sociedad civil, no sería posible atender a las cerca de 1.000 pardelas cada año”.
El Cabildo pide a los ciudadanos que si encuentran algún ejemplar en dichas condiciones den aviso a los servicios de emergencias para que su personal lo recoja o bien lo depositen en una caja de cartón y la traslade a cuarteles de la Guardia Civil o comisarías de la Policía Local.