La calidad del aire de La Palma “empeorará” en las próximas horas y las cenizas podrán afectar al aeropuerto
El director del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), Miguel Morcuende, indicó que “es posible que el viento lleve partículas hasta municipios que han estado libres de ellas en los últimos días”
La portavoz del Comité Científico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (PEVOLCA) y directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, advirtió este miércoles, 6 de octubre, que la calidad del aire en La Palma empeorará en las próximas horas ante el cambio de dirección del viento. La experta explicó en su comparecencia que la columna de cenizas ha alcanzado los 3.000 metros en la jornada anterior y que las rachas en dirección noreste pueden ir conduciendo los restos del volcán hacia Santa Cruz de La Palma, por lo que el aeropuerto podría verse afectado.
También el director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, hizo especial énfasis en este punto. “Hemos tenido una calidad de aire muy buena en los dos últimos días, pero esto empeorará por la cantidad de partículas de suspensión, menores de 10 micras, y el cambio en la dirección del viento. De hecho, es posible que vaya a afectar a otros municipios que han estado libres de ceniza en los últimos días”, declaró. Asimismo, recordó a los vecinos que se usen mascarilla FFP2, gafas y ropa que cubra la piel, además de respetar las zonas de exclusión.
En las últimas 24 horas, los científicos han detectado 5.840 toneladas de azufre expulsadas desde el penacho marino, mientras que en la boca eruptiva se han registrado más de un millar de toneladas de SO2. Pese a todo, estos gases contaminantes siguen sin representar un alto riesgo para la población.
Sin cambios en la dirección de la colada
En la rueda de prensa tras la reunión de científicos, Morcuende explicó que hasta este miércoles la colada ha afectado a 421,3 hectáreas, una más que en la jornada anterior. Esto se debe, en gran medida, a que se ha creado un tubo volcánico por el que circula, de forma canalizada, la lava desde el cono hasta el mar. Tampoco crece la anchura de las lenguas, con tramos en los que se alcanzan, desde este martes, los 1.250 metros.
Pese a todo, en la jornada anterior, una colada intentó crecer por el camino de La Gata, aunque finalmente se quedó paralizada. Lo mismo ocurrió al borde de la montaña de Todoque, donde la lava amenazó con extenderse bordeando la zona norte.
Así las cosas, en estos momentos discurre fluidamente una sola colada, canalizada por el túnel lávico, que conecta de forma directa el cono con el mar. Por este motivo, ni Copernicus ni el catastro reportan nuevos daños en construcciones. No obstante, en esta jornada se ha dado a conocer que el volcán ha afectado a un total de 93,4 hectáreas de cultivos desde que iniciara su actividad el pasado 19 de septiembre. De estas hectáreas destruidas, 35,6 pertenecían a explotaciones plataneras, unas 73 fanegadas; 32,9 estaban dedicadas al cultivo de la viña; 6,7, al aguacate, y el resto a otros cultivos.
En cuanto al delta lávico, hasta este miércoles, ocupa cerca de 38 hectáreas y avanza hacia el norte y el sur. En su borde continúan produciéndose nubes de vapor de agua y ácido clorhídrico que se concentran en un pequeño volumen alrededor del contacto. La afección del delta lávico a la columna de agua del medio marino en algunos parámetros físico-químicos y biológicos alcanza profundidades de 250 metros y una distancia de 500 metros desde el frente de la fajana.
También cambia la morfología del cono de manera reiterada por los sucesivos procesos de crecimiento y reconfiguración. De igual forma, el proceso eruptivo puede mostrar episodios con un pulso de actividad freatomagmática.
La portavoz del Comité Científico del Pevolca informó de que la erupción fisural continúa mostrando su mecanismo estromboliano con fases explosivas y efusivas que se alternan y simultanean, y el Índice de Explosividad Volcánica (VEI, por sus siglas en inglés), sigue teniendo un valor de 2.
Siguen activos los centros de emisión del cráter principal y los situados en los laterales del cono, y no se descarta la aparición de nuevos centros de emisión, siempre en el entorno del cono existente. Además, se ha observado la apertura de unas zonas de fisuras a unos 100 metros al noroeste de los centros que ya están inactivos con emisión de gases y suelo a altas temperaturas.
Disminución de la sismicidad y “estabilidad” en el volcán
Tanto Morcuende como Blanco han enfatizado en sus discursos que la sismicidad ha disminuido significativamente en las últimas horas. “La profundidad de los terremotos va de intermedia (de 10 a 15 kilómetros) a grande (más de 20 kilómetros) en esta jornada, en la que ha bajado el número de sismos”, apuntó la portavoz del Pevolca, aunque no descarta una reactivación en las siguientes horas.
Por su parte, Morcuende habla ya de una “estabilidad” de la situación, “siendo consciente de que esto es una realidad cambiante y que no se puede prever su fin todavía”. Una evolución que, sin lugar a dudas, resulta “buena para todos”, concluyó.
Las autoridades y los científicos vigilan la calidad del aire
Desde el inicio de la erupción se ha reforzado la red de vigilancia de la calidad del aire existente en la isla con la incorporación de dos nuevas estaciones en Los Llanos y El Paso. Se ha realizado el seguimiento de determinados contaminantes indicativos de la calidad del aire, con especial atención al dióxido de azufre a niveles en los que se respira y las partículas menores de 10 micras (PM10), contaminantes principales emitidos por el volcán.
Como consecuencia de las emisiones procedentes del volcán se han producido episodios con concentraciones altas de partículas PM10 y CO2 registrados en las nuevas estaciones pero que no han supuesto un riesgo para la población. En los últimos días las condiciones meteorológicas han sido favorables y se han reducido los valores de SO2 y partículas menores de 10 micras, encontrando valores muy inferiores a los umbrales tanto en uno como en otro.
María José Blanco ha indicado que aún se continúa trabajando para tener más información sobre la calidad del aire, como por ejemplo, los metales que contienen las partículas PM10, y actualmente se está a la espera de los resultados del laboratorio para poder evaluarlas. Igualmente, en los próximos días se va a iniciar una campaña de medida de ácido clorhídrico en las poblaciones potencialmente afectadas por el penacho marino.
Por último, se han ordenado las obligaciones y recomendaciones a la población, pero siguen siendo las mismas en cuanto al penacho marino, las coladas lávicas y la caída de piroclastos, haciendo hincapié en que sigue siendo imperativo el respeto de las zonas de exclusión para mantener la integridad de las personas.