Canarias, la comunidad con mayor precariedad y peores salarios donde se cuentan las bajas justificadas como absentismo
En Canarias se ha instaurado en el debate social la palabra “absentismo”, en relación a las personas que faltan a su puesto de trabajo. Se trata de una cuestión en la que insiste la patronal, que liga este discurso a la productividad empresarial. Paralelamente, CCOO ha impulsado una campaña para tratar de desmentir este discurso en la que insiste en otras cuestiones que sí que atañen a la productividad canaria como el “factor región”, la organización en el trabajo, la negociación colectiva, las dificultades para la conciliación o la especialización de la economía canaria en el turismo.
El último informe de la CEOE de Tenerife que habla de absentismo hace referencia a que uno de los obstáculos a los que se enfrentan para abordar este tema es que la Encuesta de Población Activa (EPA) no aborda las razones de esas “faltas justificadas” al trabajo. A su juicio, “la ausencia al trabajo por enfermedad, accidente e incapacidad temporal pueden estar justificadas administrativamente o no y, si es este último caso, pueden ser ciertas o no, pero no hay constatación de ello”. En otros informes, la patronal ya había aludido al absentismo como “pérdidas de horas pactadas o ausencia del puesto de trabajo, justificada o no de población ocupada”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el absentismo laboral como aquella situación en la que la persona trabajadora no se presenta en su puesto de trabajo o acude menos horas de las que tiene por contrato, de forma inesperada; es decir, la empresa estaba esperando al trabajador que no ha acudido. Por tanto, aquí no entrarían bajas por enfermedad, por accidente laboral, los permisos por maternidad o paternidad…
“Desde las patronales incorporan al absentismo laboral la ausencia al trabajo sin distinción alguna”, apunta CCOO Canarias, que defiende que esto “no es ni debe ser así, por el simple hecho de que no refleja la realidad del absentismo laboral sino que engrosa las cifras para luego achacarlo a la ausencia de capital humano y/o incumplimiento de los tiempos de trabajo y, posteriormente, elegirlo como culpable y principal factor explicativo de la baja productividad”.
CCOO ha publicado esta semana en Canarias un informe titulado #AbsentismoDeLaVerdad en el que señala que “el debate acerca de la productividad y el absentismo laboral en Canarias requiere de un análisis más profundo que identifique factores explicativos y sus causas, y reparta la responsabilidad que los agentes sociales y la administración pública tienen al respecto”. Insiste en que para ello ha de tenerse en cuenta las diferencias de la realidad canaria como el hecho de ser región ultraperiférica, el tener un Régimen Económico y Fiscal (REF) específico o el hecho de tener una economía vinculada al turismo, con actividades “más intensivas en el empleo del factor trabajo y con menores posibilidades de automatización”.
El informe del sindicato remarca que si se tienen en cuenta otro tipo de actividades, los niveles de productividad en las islas son muy superiores a la registrada por el conjunto nacional. “No vemos relación entre el absentismo y la productividad. El País Vasco, por ejemplo, cuenta con el mayor índice de absentismo laboral pero a su vez es la economía regional que presenta los mayores ratios de productividad aparente del factor trabajo, deduciendo por tanto que las causas de los niveles de productividad registrados en Canarias residen en otras cuestiones que hemos ido aflorando a lo largo del presente documento”, detalla el estudio.
El trabajador pierde ante las bajas
CCOO recuerda que la principal persona perjudicada ante las bajas por incapacidad temporal es el propio trabajador o trabajadora: por el deterioro de su estado de salud y por la disminución retributiva, siendo además Canarias la comunidad con peores salarios. El informe añade que “las condiciones laborales influyen negativamente en los procesos de IT, tal y como se desprende de la última Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo (ENCT) del 20156 , y del Informe de Jornada y Horarios de Trabajo realizado por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), en el que se especifica que una prolongación de la jornada es también una exposición a riesgos físicos, químicos o biológicos durante mayor tiempo” y “también puede influir en la fatiga y en las alteraciones osteomusculares y, por tanto, puede tener repercusiones indirectas sobre otros factores como el rendimiento, errores, distracciones, etc”
El sindicato indica que el 25% de los y las trabajadoras tienen problemas para conciliar el trabajo con sus compromisos sociales y familiares y el 37% de las personas trabajadoras considera que su trabajo afecta de forma negativa a su salud. En promedio, por cada 100 días de baja médica al año, “32 días serían atribuibles a problemas de salud relacionados o empeorados por el trabajo, siendo mayor en mujeres y en las actividades de Educación y Salud”
Así mismo, el sindicato hace alusión al “presentismo”, es decir, a la cantidad de trabajadores y trabajadoras que acuden a su puesto de trabajo pese a estar enfermos o en estado no óptimo de salud. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo del año 2015, el 41% de las personas trabajadoras afirmaron que, en los últimos 12 meses, habían trabajado estando enfermas.
Mejorar las condiciones de trabajo, la clave
El informe aporta datos para mejorar los casos en los que se produzca absentismo laboral. Destaca, por ejemplo la importancia de la negociación colectiva y de la organización del trabajo. “Somos de las Comunidades Autónomas que peores datos registra en términos de acuerdos entre empresa y sindicatos, registrando el menor porcentaje de población asalariada con cobertura efectiva de un convenio colectivo, un 31% al tercer trimestre de 2023 en comparación con el 56% que presenta la media nacional”, recuerda.
Por ello, propone una mayor influencia en las tareas a desempeñar por parte de las personas trabajadoras, aumentando la eficiencia en las labores; mejor gestión de los horarios laborales que faciliten la conciliación laboral, contribuyendo así a reducir el absentismo laboral o mejores salarios, “que permitan afrontar el encarecimiento de las condiciones de vida, trayendo más estabilidad a las personas, redundando así en mejores condiciones personales para el desempeño de la actividad laboral, y reduciendo el absentismo laboral por causas de baja por estrés o situaciones análogas”.
“Si las personas trabajadoras perciben rentas suficientes para mantener un nivel de vida digno, esto redunda en un menor estrés y, por consiguiente, mayor capacidad productiva en las empresas y menor riesgo de absentismo laboral, al margen de su mayor aportación al crecimiento económico vía consumo final”, destaca el informe.
Del mismo modo, hace alusión a que “el absentismo laboral inducido por los contextos laborales precarios aumenta la carga de trabajo a compañeros y compañeras, afectando al rendimiento y, por consiguiente, a la productividad de las empresas”. Así mismo, indica que “un buen entorno laboral redunda en una mayor productividad y previene el absentismo laboral”.
Sobre la falta de trabajadores para cubrir vacantes
Ya un informe del Servicio Canario de Empleo alertó recientemente de qué hay detrás del “no encuentro camarero” o “electricista”. Las personas que rechazan ofertas empleo suelen aludir a problemas de conciliación, a las ofertas poco atractivas o a dificultades de movilidad que existen en las islas, sobre todo teniendo en cuenta los horarios de la hostelería, normalmente partidos y hasta bien entrada la noche, sin que haya transporte público para desplazarse.
CCOO alerta de que la existencia de vacantes sin cubrir “es otra de las cuestiones recurrentes que el empresariado canario viste con las telas propias de una cuestión problemática sin percatarse que su existencia obedece al movimiento natural de todo mercado de trabajo, máxime si consideramos que nos encontrarnos en un momento de crecimiento y recuperación económica”. No obstante, incide en que no se observa en Canarias un patrón de comportamiento fuera de lo común en cuanto al número de vacantes.
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