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Canarias, cuarta comunidad con más muertes por COVID y a la cola en vacunación

Canarias se posiciona entre las cuatro comunidades autónomas que han notificado más de 50 muertes por COVID-19 en los primeros días de 2022, solo por detrás de la Comunidad Valenciana (80), Aragón (60) y Andalucía (59). Las islas han lamentado un total de 55 decesos desde el 1 de enero, según los datos expuestos por Grafcan, y 100 desde que comenzaron las fiestas navideñas (23 de diciembre). Hace un año, en plena terca ola de contagios, y en el mismo periodo de tiempo, se registraron tan solo 21 muertes por coronavirus. Cabe señalar que la diferencia entre el número de contagios del inicio de 2021 y de 2022 es abismal: en aquellos días, se apuntaron casi 2.000 contagios, y en estos, más de 81.000, un dato de récord que se ha batido en gran medida por la variante ómicron, mayoritaria en las islas y mucho más contagiosa.

Por provincias, Santa Cruz de Tenerife sumó en estos nueve días 35 muertes por coronavirus, por lo que el total de fallecidos desde el inicio de la pandemia asciende hasta los 708. En Las Palmas se han reportado 20 muertes en lo que va de 2022 y un total de 496 decesos desde que se tienen registros. Por islas, Tenerife sigue liderando los fallecimientos por esta enfermedad con 34 muertes, seguida por Gran Canaria, con 18. Mientras que El Hierro, Lanzarote y Fuerteventura han anotado uno más a su fatídica lista en estos primeros días del año.

Comparado con el resto de España, el Archipiélago se encuentra entre las seis comunidades con menor incidencia de COVID-19 a 14 días, con 2.135 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 6.744 contagios reportados en Navarra, y por encima de los 1.570 de Andalucía. Y con una tendencia al alza que ha incrementado sus cifras en un 154%. La mayoría de los contagiados en Canarias pasa la cuarentena en sus hogares, aunque ya comienza a preocupar la situación asistencial. De hecho, este factor ha llevado a Tenerife al nivel 4 de alerta sanitaria, el más restrictivo, tras presentar su presión en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en riesgo extremo. Lo cierto es que, comparado con otras comunidades españolas, Canarias se apunta a media tabla, con un 10,8% de ocupación de camas en planta y un 14,2% en UCI.

Otra de las piezas claves en este puzzle es la vacunación que sigue avanzando a paso lento. Aunque el porcentaje de inmunizados es alto (el 80,04% de la población diana está vacunada frente a la COVID), Canarias se queda lejos si se la compara con comunidades como Asturias, donde el 85,9% ya ha recibido las dos dosis.

Estos datos perfilan la realidad canaria con la COVID-19 en estos momentos: la sexta ola, impulsada en gran medida por la variante ómicron, pero también por la fatiga pandémica, ha arrasado con todos los récords anotados con anterioridad, sobre todo con las incidencias. Se puede afirmar sin riesgo a equivocarse que tanto las islas como toda España están recibiendo un auténtico tsunami de contagios en estos días, pero se puede intensificar aún más su poder en los próximos días tras el fin de las fiestas navideñas.

A este tsunami solo lo está frenando la vacunación y las medidas restrictivas que se van tomando para intentar controlar la curva. Por eso, aunque se ha multiplicado el número de casos, los ingresos en hospitales se mantienen a niveles similares a los de las olas anteriores. De dichos ingresos, el porcentaje más alto está en los mayores, de hecho, ocho de cada 10 ingresados en las UCI canarias tienen más de 60 años. Son ellos los que terminan perdiendo la vida por la enfermedad, representando el 87,71% de los muertos desde que se tienen registros.