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Plegar, reciclar, repensar: el desafío del contenedor azul después de Navidad

Reciclaje en contenedor azul

Azahara García

Con la llegada de la Navidad, comienza también una etapa en la que, además de luces en las calles, villancicos, algún día festivo y muchos reencuentros con familia y amigos, se da un importante aumento del consumo. Se compra más comida para hacer frente a los días de celebraciones, se compran elementos de decoración, se incrementan los pedidos que se hacen a domicilio y, en consecuencia, es una época del año en el que los contenedores azules, que llevan 25 años en las calles del país, tienen que hacer un esfuerzo extra. 

En España hay más de 253.000 contenedores azules y cada ciudadano deposita en ellos casi 20 kilos de papel y cartón al año. “Los últimos datos de reciclaje de papel y cartón son muy positivos. En 2023, el reciclaje de este tipo de envases creció un 4,6% con respecto al año anterior con un total de 697.305 toneladas recicladas”, señala Fernando Blázquez, gerente de Gestión Local y Autonómica de Ecoembes, portavoz de Ecoembes que apunta el aumento de estos residuos en Navidad: “Durante las fiestas, la generación de residuos aumenta considerablemente, en especial de papel y cartón.

Lo utilizamos para envolver los regalos, los pedidos online llegan en cajas, muchos dulces típicos están cubiertos con un envase de cartón… Por lo tanto, es incluso más relevante que el resto del año tener en cuenta la importancia de separar correctamente. De esta forma, estamos dando una segunda vida a estos materiales y convirtiendo los residuos en recursos“. 

No solo se trata de ser especialmente meticulosos en lo que al reciclaje se refiere en estas fiestas, también en facilitar que, debido al aumento de residuos, estos tengan espacio y no queden cajas tiradas en la calle debido a que el contenedor se ha llenado. “A pesar de todos estos avances, podemos hacerlo aún mejor. Por ejemplo, plegando las cajas antes de depositarlas en los contenedores azules, de forma que ocupen menos espacio y así evitar la imagen de los contenedores desbordados”, explica Blázquez.  De esta forma, se evita que la mayoría del espacio del contenedor esté ocupado por aire y se facilita que todo el proceso de reciclado sea más eficiente

También es recomendable comprobar si el contenedor está realmente lleno ya que en muchas ocasiones, alguna caja algo más voluminosa parece bloquear la boca del contenedor haciendo parecer que ya no cabe nada más. Y por supuesto, nunca está de más tener presente que cada municipio o ciudad tiene establecida una frecuencia diferente de recogidas y ,en algunos lugares, esta frecuencia cambia en épocas de más consumo pero en otras no, así que es importante ser conscientes de esta información y en lugar de dejar las cajas alrededor del contenedor si está lleno, una buena opción es esperar un par de días a que se vacíe para tirarlas. 

Además, es importante que estas consideraciones se tengan en cuenta por parte de todos ya que muchos comercios reciclan sus cajas de cartón usando estos mismos contenedores azules.

Por unas celebraciones más sostenibles

Es cierto que la Navidad es una época en la que se suele potenciar el consumismo, por eso es importante hacer un esfuerzo para seguir apostando por la sustentabilidad, también en estas fiestas. “Al igual que el resto del año, [hay que] tener muy presentes en nuestro día a día las 3 R’s — reducir, reutilizar y reciclar— que se traducen en acciones muy sencillas.

Por ejemplo, podemos evitar el desperdicio alimentario aprovechando la comida que sobre durante los días siguientes a las celebraciones, o reutilizar los adornos navideños de años anteriores y darles una segunda vida. Además, aunque es una época en la que consumimos más, es muy importante continuar haciéndolo de forma responsable: comprar regalos con propósito, priorizar los comercios locales o elegir productos con distintivos sostenibles como ropa que esté hecha a partir de materiales reciclados son algunas opciones“, apunta el propio Blázquez. 

Se trata, al fin y al cabo, de no olvidar las buenas acciones que se han llevado a cabo durante el resto del año. Y también, cómo no, de empezar a pensar en los nuevos propósitos para 2025. “Al año nuevo le pedimos continuar avanzando hacia un modelo circular, que deje atrás la economía lineal del ‘usar y tirar’. Para ello, es fundamental que cerremos este 2024 y comencemos el 2025 con un consumo responsable, siendo conscientes del impacto que tienen nuestros gestos sobre el medioambiente. Desde Ecoembes tenemos marcado el propósito de alcanzar un futuro sin residuos y, para conseguirlo, cada acción y la colaboración de todos cuentan”, concluye.

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