Canarias cumple dos años de pandemia diciendo adiós a la sexta ola, pero con las UCI bajo presión

Canarias Ahora

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Canarias está dejando atrás una ola de la pandemia que ha batido récords. A pocos días de la Navidad, el Archipiélago llegó a ser la comunidad con mayor prevalencia de ómicron, que se detectó por primera vez en la región el pasado 7 de diciembre. La efectividad de esta variante a la hora de contagiar y su alta presencia ha provocado que las Islas hayan registrado entre diciembre (2021) y enero (2022) más de 154.000 nuevos casos de COVID-19. La vacuna contra la infección ha frenado indudablemente la letalidad del virus, pero, tal y como afirmó el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, “por pura lógica matemática”, cuando crece la incidencia, suben “los procesos complicados y los ingresos en UCI”.

Antes que la sexta, la ola con peores datos fue la quinta, en verano del pasado año. En ella, el pico de incidencia (a 14 días) fue de 509,9 casos/100.000 habitantes. El pico de incidencia de esta sexta ola de la pandemia en Canarias, por su parte, ha sido de 2.977 casos/100.000 personas, un 483% más que en el anterior repunte.

Actualmente, y tras esta subida histórica, la curva de incidencia en el Archipiélago ya apunta hacia el suelo. Esta variante hizo que los contagios se multiplicaran rápidamente a finales de 2021 y con la misma velocidad están cayendo ahora. Canarias es la comunidad que anota un mayor porcentaje de mejora en su incidencia acumulada a 14 días (IA14) con respecto a dos semanas antes, con un 57% a la baja.

La presión en las UCI canarias

Esta subida exponencial de los casos ha tenido su eco en los hospitales públicos canarios, que, pese a la bajada de los contagios, siguen sufriendo una alta presión por pacientes COVID-19, sobre todo, en las islas capitalinas.

Canarias se sitúa entre las cinco comunidades con más personas ingresadas en UCI por la COVID-19, con más de un 23% de las camas disponibles ocupadas por pacientes con la infección. Según los datos de la Consejería de Sanidad canaria de este 1 de febrero, las Islas tienen actualmente unos 102.500 casos activos, de los que 88 permanecen en UCI y 626, en planta.

Tenerife y Gran Canaria tienen el indicador de la tasa de ocupación en UCI en riesgo extremo, anotando entre un 27 y un 28% de ingresados por COVID-19.

En cuanto a la presión en las plantas hospitalarias, el Archipiélago también es de las primeras comunidades en la lista nacional. Es la segunda comunidad con más camas ocupadas en este sector por pacientes con el virus, por detrás de Cataluña, con un 18%. En este sentido, Gran Canaria se lleva la palma al registrar un 21,56% de las camas disponibles ocupadas por ingresos COVID-19 que no presentan gravedad.

Muertes con y por COVID

Canarias no es la comunidad de España con más muertes por la enfermedad generada por el coronavirus desde que comenzó la pandemia, aunque sí está entre las que han registrado mayor número de fallecidos en la última semana, con 69 decesos. Entre diciembre y enero, la región ha sumado 379 muertes de personas con COVID.

El Gobierno de Canarias sigue desde el principio el criterio fijado por el Ministerio de Sanidad para contabilizar las muertes que se lleva la pandemia: se tienen en cuenta todas aquellas personas que han muerto con una prueba diagnóstica positiva previa. Es decir, entran en el conteo las personas que fallecen con y por COVID.

Esto puede explicar el alto número de muertes que está registrando Canarias y, por ello, el presidente regional, Ángel Víctor Torres, ha estimado oportuno establecer un “criterio homogéneo” y “mecanismos de consenso” entre las comunidades autónomas para contabilizar la mortalidad vinculada a la pandemia y diferenciar entre los fallecidos “por” y “con” COVID.

¿Y la vacuna?

Las Islas no están entre las regiones que despuntan por el número de personas que ya tienen la pauta completa, de hecho, va casi a la cola, con un 81,54% de residentes que han recibido dos pinchazos y un 86,80% que se ha inoculado una dosis. Sin embargo, ese porcentaje ha sido clave para evitar la devastación, según el director del Servicio Canario de Salud, Conrado Domínguez.

Las vacunas contra la COVID-19 no solo han salvado miles de vidas en el último año, sino que en esta sexta ola han protegido a los hospitales del colapso: con casi un 46% más de casos concentrados en solo dos meses que en todo el resto de la pandemia, ha habido un 48% menos de ingresos y un 82% menos de pacientes que necesitaron cuidados intensivos en Canarias, ha indicado Domínguez este miércoles.