Canarias ha acabado enero con 275 nuevas muertes de personas que dieron positivo en COVID-19 y con 99.142 infecciones más por la enfermedad. La tasa de contagiosidad de la variante ómicron ha marcado esta sexta ola de la pandemia, que ha registrado muchos más contagios que las anteriores. No ha sido hasta el primer mes de 2022 cuando ha empezado a perder fuerza la curva de este último repunte, que despuntó el pasado diciembre. Las incidencias acumuladas a 7 y a 14 días (IA7,IA14) han ido en descenso desde la segunda quincena del mes, aunque la presión hospitalaria sigue manteniéndose bastante alta, sobre todo, en Gran Canaria y Tenerife.
En el último informe epidemiológico de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, con datos del 30 de enero, la IA7 del Archipiélago ya ha bajado la barrera de los 500 casos/100.000 habitantes, situándose en los 432,09, algo que no ocurría desde el pasado 21 de diciembre. Precisamente, durante esta jornada, muy cerca de las fiestas navideñas, Canarias superó por primera vez los 2.000 contagios diarios. Pocos días después sobrepasó los 5.000. Este aumento repentino de los casos hizo que este indicador llegase el 15 de enero a su máximo: 1.675,5 casos/100.000 hab.
Sin embargo, y a pesar de que la incidencia a 7 días muestra la fotografía más inmediata de la situación epidemiológica, la IA14 es el periodo de tiempo que mejor refleja la evolución de la pandemia en una zona al haberse consolidado los datos. Esta curva también ha caído notablemente y registra valores bastante parecidos a cuando la sexta ola empezaba a coger fuerza, pero todavía no anotaba las cifras alarmantes que se verían posteriormente. La IA14 de las Islas llegó a su pico más alto cuando sumó 2.971,7 casos/100.000 residentes (18 de enero); ahora, es de 1.246,72 casos.
Canarias es la segunda comunidad, por detrás de Andalucía, con la incidencia más baja. Sin embargo, todavía tiene estos dos indicadores de transmisión en nivel de riesgo extremo según el sistema de semáforos establecido por el Ministerio de Sanidad. Para bajar a riesgo alto, tendría que anotar una IA7 por debajo de los 250 casos por cada 100.000 habitantes y una IA14 inferior a 500 casos por la misma densidad poblacional, algo que puede ocurrir en los próximos días si sigue anotando la misma tendencia que hasta ahora.
Presión hospitalaria
Las buenas noticias acaban cuando comenzamos a hablar de la capacidad asistencial por COVID-19 en el Archipiélago. La tasa de ocupación en planta por pacientes con la infección producida por el coronavirus sigue manteniéndose en riesgo extremo al superar el 15% de las camas disponibles. En concreto, registra un 17,25%.
Las islas con peores datos en este indicador son Gran Canaria y Tenerife, por ese orden. La primera anota un 21,61% de pacientes COVID en planta, mientras que la segunda, un 15,89%, cerca de bajar al escalón de riesgo alto.
La Gomera, que ha encendido el semáforo rojo (nivel 3) desde este lunes, tiene en riesgo alto su porcentaje de ocupación en planta, con un 13%. El resto de islas lo mantiene en riesgo medio, excepto El Hierro, que lo tiene en riesgo bajo.
La tasa de ocupación por COVID-19 en las UCI de Canarias, por su parte, no llega al riesgo extremo por algo menos de dos puntos (23,73%). Lo cierto es que son las islas capitalinas las que arrastran al resto de la comunidad a registrar malos datos en este indicador.
Tenerife, con una ocupación de pacientes COVID de casi el 31% de las camas disponibles, es la isla con los datos más alarmantes en cuanto a presión en sus UCI. No obstante, Gran Canaria, que parecía haber mejorado a finales de la pasada semana, le pisa los talones, con un 27,75% de pacientes con la infección. Según el Ministerio de Sanidad, el límite para bajar a riesgo alto en este indicador es estar por debajo del 25% de ocupación.
Los hospitales canarios han registrado solo en el mes de enero 696 ingresos por COVID-19, de los cuales 61 han sido en las UCI.
Muertes de pacientes con COVID-19
La última actualización del Ministerio de Sanidad muestra que Canarias es la cuarta comunidad que ha sumado más muertes de pacientes con COVID-19 en los últimos siete días, con 63 decesos durante ese periodo de tiempo. En resumidas cuentas, Canarias anota más muertes que otras regiones en donde los ingresos en UCI son mucho mayores.
En este aspecto, el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, ha pedido este lunes un “criterio homogéneo” y “mecanismos de consenso” entre las comunidades autónomas para contabilizar la mortalidad vinculada a la pandemia y diferenciar entre los fallecidos “por” y “con” COVID.
Por otro lado, y en cuanto a la elevada cifra de muertes en comparación con olas anteriores, Torres ha señalado que “es normal que se eleve la mortalidad si hay decenas de miles de positivos más, pese a que la variante sea más leve”. A su juicio, de no haber contado con la vacuna habría habido en esta sexta ola “miles de fallecidos más”.