El proyecto de la central hidroeléctrica reversible entre los embalses de Chira y de Soria, en el corazón de la isla de Gran Canaria, ideado en la primera década del siglo XXI, continúa en 2018 sin fecha de ejecución, a pesar de que el Cabildo de Gran Canaria ha ido anunciando durante varias legislaturas que las obras estaban a punto de comenzar.
Desde el Consejo Insular de Aguas de la corporación grancanaria explican que la empresa pública Red Eléctrica Española (REE) está pendiente de obtener la declaración de impacto ambiental del Gobierno de Canarias para que el Ministerio de Industria formule la autorización definitiva y puedan comenzar las obras. En una pregunta realizada en enero por el diputado socialista Sebastián Franquis sobre el comienzo de los trabajos, el Ejecutivo central respondió que la construcción no comenzaría hasta después de 2020.
El gerente del Consejo Insular de Aguas, Gerardo Henríquez, matiza que aunque las obras no se hayan ejecutado, el proyecto “sí se ha iniciado porque REE se ha gastado 21 millones de euros en contratar la dirección del proyecto de construcción” y “también ha invertido 1,5 millones de euros en realizar todos los ensayos para comprobar las condiciones del subsuelo o los estudios geotécnicos y geológicos, es decir, para saber cómo va a ser la obra”; además, ha establecido un periodo de ejecución de 7 años prorrogables si así lo requiriese el proyecto.
Durante dicho estudio se talaron árboles para construir una vía de acceso para las máquinas, pero ya han finalizado y en este momento REE está realizando los trabajos de restauración medioambiental y se ha comprometido a plantar a partir de octubre 100 ejemplares de pino canario, 80 de escobón y 750 de sabina.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, aseguró en abril de este año que la obra empezaría en 2019 con la desaladora de Arguineguín, que suministrará parte del agua para los embalses. Y es que el sistema de funcionamiento de la central es similar al de una batería o una pila, es decir, cuando llegue a estar en funcionamiento contribuirá a garantizar el suministro de energía gracias a la caída del agua desde la presa superior (Chira) a la inferior (Soria), que acciona las turbinas que producen energía y, a su vez, esta se distribuye a las centrales que tiene REE a través de su tendido eléctrico. Así, estará disponible para ser usada en los periodos en los que la demanda de energía es mayor.
Pero el agua también debe llegar a Soria desde Chira para ser almacenada y, para ello, en las horas de menor consumo energético, el sistema bombeará el agua a través de la energía renovable excedentaria para almacenarla. La central contará con una potencia de turbinación de 200 megavatios, tendrá un coste total de más de 300 millones de euros y generará 500 puestos de trabajo directos y 1.500 empleos indirectos, según REE.
Sin embargo, el catedrático en Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Roque Calero -quien impulsó el proyecto de la central siendo director del Instituto Tecnológico de Canarias en 2006- explica que la central tendría un rendimiento “del 50%” porque parte de la energía que se obtiene se pierde al subir el agua. Y además “también preocupa la estabilidad de las presas”. Según Calero, “hay que dejar siempre cuatro millones de metros cúbicos de agua, que es lo que se bombea” y la desaladora no va a producir esa cantidad, sino que “producirá solamente el agua que se evapora de las presas para impedir que baje de esos cuatro millones de metros cúbicos” y, además, “ya no se podrá utilizar el agua de esas presas para el riego”.
De Unelco a REE
El primer paso para iniciar el proyecto lo dio el PSOE al final de su mandato en el Cabildo de Gran Canaria (2007-2011), con José Miguel Pérez al frente tras una moción de censura a José Manuel Soria apoyada por Nueva Canarias. En enero de 2011 salió a concurso la obra y en abril del mismo año Unelco-Endesa lo obtuvo al conseguir casi la máxima puntuación y ser la única empresa que se presentó.
Ya con José Miguel Bravo de Laguna al frente de la corporación insular y José Manuel Soria como titular del Ministerio de Industria, el proyecto apenas avanza, y entre 2013 y 2014 recibe un duro golpe del que tardaría en reponerse. En octubre de 2013 el Boletín Oficial del Estado publicó la Ley de Garantía de Suministro e Incremento de la Competencia de los Sistemas Eléctricos Insulares y Extrapeninsulares, que empujó, junto a la colaboración del Ministerio de Industria, a Unelco-Endesa a traspasar la central hidroeléctrica de Chira-Soria a Red Eléctrica Española y el proyecto se vio abocado a ser una central de almacenamiento de energía, no de generación.
Tras meses de negociaciones, finalmente Unelco-Endesa renuncia al proyecto y se lo entrega a REE y en 2015, ya con Antonio Morales como presidente del Cabildo de Gran Canaria, se acuerda la subrogación de la central, se anuncia que se construirá en cuatro años y se pide al Gobierno de Canarias que declare la obra de interés estratégico, lo que finalmente ocurre en 2016. Pero REE aumentó las estimaciones previstas inicialmente, tanto del coste como de la duración de la obra, y, aunque mantuvo el plan inicial de construir la central como una pila, ha hecho algunas modificaciones.
Desde la oposición, el portavoz del Partido Popular Felipe Afonso El Jáber ha criticado lo que considera retrasos acumulados en la construcción de la central mientras que Miguel Montero, consejero de Podemos en la corporación insular, propone que el proyecto se rehaga como “una central que venda energía a la red” para convertirla “en una generadora de energía” que puede “producir hasta un 40% de la energía eléctrica de consumo industrial o doméstico”. “Ahora que está el PSOE en el Gobierno central, Morales podría pedir cambiar el proyecto y sacarlo a concurso”.
Sin embargo, Calero expresa que “la central no genera nada” e “inicialmente así lo planteó Unelco-Endesa” y considera “lógico” que ahora esté en manos de Red Eléctrica Española porque “no es un sistema de generación”. El catedrático en Ingeniería Mecánica de la ULPGC entiende que la obra se ha retrasado tanto “porque no hay urgencia”, ya que “las energías renovables que se producen actualmente en Gran Canaria se pueden introducir en el sistema sin problema”, por lo que ve a Chira-Soria como “una apuesta de futuro”.
“Ahora mismo, con todos los problemas que han existido en esta isla con todos los concursos de energía renovable el desarrollo del Plan Eólico no ha alcanzado su cenit y todavía tenemos molinos por desarrollar. La central Chira-Soria será imprescindible cuando tengamos esa máxima de producción en energía renovable porque, si llega ese momento y no está construida, no habrá dónde almacenar”, sentencia Gerardo Henríquez.