Cientos de personas claman en las calles de Tenerife por Anna y Olivia
Cientos de personas han vuelto a tomar las calles de Santa Cruz de Tenerife y han secundado la movilización convocada por el Foro contra la Violencia de Género en Tenerife y la Plataforma Feminista 8M, por las niñas Anna y Olivia.
Multitud de personas e instituciones han guardado silencio esta mañana por las dos menores. Esta tarde, sin embargo, las calles se han llenado de pancartas, proclamas y protestas ante lo que no es “un hecho aislado”, sino una muestra de la violencia más “terrorífica”, asegura Ana Hernández, portavoz de la Plataforma 8M, en declaraciones a Efe.
Hernández recuerda que negar la violencia de género contribuye a crear un clima social favorable a los asesinatos machistas. “Todas esas voces conservadoras son cómplices y si tuvieran vergüenza estarían escondiéndose debajo de las piedras”, ha dicho.
La portavoz incide en que no es “un tipo que se volvió loco”, sino que se trata de un acto premeditado de venganza, de una forma de castigo a la mujer “producto de un sistema patriarcal” cimentado “sobre el dominio y el control”.
Según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, Olivia se suma a una larga lista de menores asesinados por sus padres o por las parejas de sus madres en el marco de la violencia machista, 39 desde 2013.
En lo que va de año, además, 17 mujeres y dos menores han sido asesinados en crímenes de género.
En este sentido, y en relación a las distintas imágenes y dibujos que se han ido compartiendo desde ayer en redes sociales, la portavoz mantiene que edulcorar o infantilizar un suceso “tan terrible” no ayuda, pues “lo que hace falta es mejorar la sociedad para que no vuelva a ocurrir”. “Supongo que lo hacen con la mejor intención y de buena fe, pero no es una forma adecuada de reflejar un acontecimiento tan terrible”, asevera.
Ambas entidades organizadoras han querido trasladar un mensaje de solidaridad a la familia, y en especial a Beatriz, la madre de las niñas “por el dolor tan espantoso que están atravesando”.
Hernández recuerda que en la violencia vicaria el agresor utiliza a los hijos como instrumento, “como si no fuesen seres humanos”, para hacer daño a la madre o expareja.
En nombre de la plataforma, Hernández ha pedido que se deje de amparar el machismo en los tribunales.
“La Ley de Infancia reconoce la violencia vicaria, pero lo que falta ahora es que se establezcan medidas para que realmente este reconocimiento legal se traslade a los hechos en los tribunales”, explica.
También incide en la importancia de trabajar en la educación, en la necesidad de generar “hombres empáticos y no machistas”, y sobre todo “de mujeres empoderadas que no se dejen someter”.
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