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El 25% de la población canaria respira aire contaminado por ozono

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Ecologistas en Acción ha presentado este martes un informe en el que asegura que uno de cada cuatro canarios ha respirado aire contaminado por ozono troposférico, un gas tóxico presente en la capa más baja de la atmósfera, durante la primavera y el verano de 2016.

Los datos del estudio, denominado, La contaminación por ozono en el Estado español durante 2016 cifran en 500.000 las personas que respiraron un aire con un nivel de ozono en superficie (O3) superior a los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La coyuntura meteorológica, el cambio climático, el repunte del tráfico, el fraude en las emisiones de los automóviles y la apuesta gubernamental por las energías sucias en detrimento de las renovables figuran entre las causas de ese hecho, un problema que afecta de manera estructural a la salud de la ciudadanía, pero también a los cultivos y espacios naturales, expone la organización.

Ecologistas en Acción señala que, en todo caso, en Canarias, debido a características climáticas de las Islas que ayudan a una buena dispersión de la contaminación, como la circulación de los vientos alisios, la acumulación de ozono es baja, evitando que se alcancen las elevadas concentraciones que tienen lugar en otros territorios del Estado.

Pese a lo cual, de acuerdo a los valores recomendados por la OMS, la contaminación por ozono ha afectado a la cuarta parte de la población y a dos quintos del territorio en Fuerteventura, Lanzarote y el Norte de Tenerife.

Respecto al conjunto del país, Ecologistas en Acción asegura que cuatro de cada cinco españoles respiraron aire contaminado por ozono troposférico, un gas tóxico presente en la capa más baja de la atmósfera, durante la primavera y el verano de 2016.

Su estudio cifra en 37,3 los millones de personas que respiraron un aire con un nivel de ozono en superficie (O3) superior a los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si se considera la legislación fijada por las normativas europea y española, “más laxa” que la recomendación de la OMS, los afectados se reducirían a 10,2 millones de personas, un 22 % del total, lo que supone unas 700.000 personas menos que en 2015 pero 3 millones más respecto a 2013 y 2014, añade.