Crece la incidencia de COVID-19 en Canarias con la vacunación estancada y a las puertas de la llegada de la gripe
El coronavirus sigue ahí, aunque no lo parezca. Ya lo aseguró este martes el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García, al afirmar que “el virus sigue entre nosotros”. La incidencia en Canarias desde finales de verano es baja y, desde entonces, se puede decir que el Archipiélago presume de un ambiente de normalidad casi como el de antes de la pandemia, aunque, eso sí, con mascarilla. Como se ha visto en las olas anteriores, la mejora de los datos implica el alivio de las restricciones y eso hace, a su vez, que la población se relaje, algo que por otro lado es humanamente entendible.
Esta cadena de circunstancias siempre suele desembocar en un final común: el aumento de los contagios. Hay que decir que las cifras epidemiológicas que anotan las Islas, todas en el nivel más bajo de alerta sanitaria, siguen siendo bastante favorables, pero también es conveniente indicar que se está viendo un ligero repunte en los últimos días. A mediados de octubre la incidencia acumulada (IA) a 7 días era de 15,4 casos/100.000 personas. Actualmente, el dato de ese mismo indicador registra diez puntos más y se sitúa, por tanto, en riesgo medio. La IA a 14 sigue estando en riesgo bajo, igual que las incidencias en mayores de 65 años.
Los contagios diarios anotados en las últimas semanas han rondado entre los 40 y los 90. Sin embargo, este lunes, 25 de octubre, Canarias sobrepasó el centenar de contagios diarios, algo que no pasaba desde el pasado 29 de septiembre. Tenerife y Gran Canaria son las islas que copan la mayor parte de las nuevas infecciones.
Por otro lado, la mortalidad en el Archipiélago sigue siendo baja, pero es una de las comunidades de España que más ha anotado decesos en la última semana: seis en total, a casi una por jornada. La ocupación por pacientes COVID en las plantas de los hospitales canarios y en sus UCI sigue en riesgo mínimo.
Destaca que Fuerteventura y La Palma no tienen una buena trazabilidad, este es el parámetro que analiza de cuántos casos de los detectados se conoce el origen, es decir, qué proporción es contacto de otro positivo. Lanzarote es la otra isla que muestra un indicador en rojo, en nivel de riesgo alto, que es la IA a 7 días en mayores de 65 años.
Este escenario, aún no preocupante pero que sí indica un cambio en la tendencia descendente mostrada desde comienzos de agosto, se produce a las puertas de la campaña de la gripe y cuando el proceso de vacunación en las Islas se ha estancado, con un avance muy lento desde finales de agosto. Los últimos datos de la Consejería de Sanidad aportados este martes cifran en el 83,61% el porcentaje de residentes canarios con las dos dosis frente a la COVID-19. Con solo una, sube hasta el 85% de la población diana mayor de 12 años. Estas cifras sitúan al Archipiélago a la cola de la vacunación en España.
Nueva variante del virus: delta plus
En las Islas no preocupa todavía este aumento de los casos de COVID-19 pero los expertos tienen puesto el foco en una nueva amenaza: la variante delta plus, originada en Reino Unido y descendiente de la variante delta (o india) ya conocida y que es la mayoritaria en el archipiélago.
Esta nueva variante ya ha llegado a España, con casos confirmados en Cataluña, pero no a Canarias, según ha confirmado a este periódico la Consejería de Sanidad del Gobierno este martes.
Precisamente, un rebrote de la variante delta ha originado nuevos confinamientos de la población en China, donde también se ha colado la delta plus.
Con todos estos ingredientes, el escenario de tranquilidad que se vive en la islas muestra, por primera vez en varias semanas, signos que pueden indicar un cambio de tendencia, lo que, de confirmarse en los próximos días y dependiendo de su evolución, pueden marcar el inicio de una nueva oleada de COVID-19 en las islas.
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