Los damnificados por el volcán de La Palma salen a la calle: “Sin vivienda, sin tiempo, pero en la lucha”

Natalia G. Vargas

Los Llanos de Aridane —

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Sentada en una silla de ruedas, Teodora, de 92 años, sostiene un cartel: ''Necesito una casa''. Ella y su hija Goretti encabezan la manifestación que concentró en Los Llanos de Aridane a miles de afectados por la erupción de La Palma para exigir soluciones rápidas y dignas. Ambas vivían en Todoque y ahora sobre sus casas hay al menos diez metros de ceniza y material volcánico. La próxima semana pasarán a convivir en una vivienda de alquiler que no reúne las condiciones necesarias para Teodora. “Antes de la erupción mi madre caminaba y era totalmente dependiente'', recuerda Goretti.

Los palmeros han decidido mantener la manifestación pese a que la Conferencia de Presidentes prevista para este viernes se haya aplazado por la invasión rusa de Ucrania. Además, han comenzado la concentración con un gesto de solidaridad con el pueblo ucraniano: “Nosotros de destrucción sabemos mucho”. Durante la marcha se ha exigido que las ayudas económicas se agilicen, que no se especule con los alquileres y que se mejore la calidad de las viviendas ofrecidas para los damnificados: “A nuestro juicio, las casas tipo contenedor que han llegado a la isla no reúnen las condiciones”.

A Conchita, una de las manifestantes, la erupción le ha afectado de manera indirecta al arrasar con el cementerio de Las Manchas. Allí descansaban los restos de siete familiares, entre ellos, su hijo. “Quiero que haya transparencia y que me digan qué va a pasar con ellos y a dónde los van a llevar'', pide.

Los protestantes también piden ayudas al alquiler y que se permita la construcción de viviendas en suelo rústico en toda la isla y no solo en los municipios afectados. Algunas de las consignas que se escucharon esta tarde en Los Llanos fueron: “Nos quieren robar la esperanza”, “Un poco de respeto”, “Te invito a mi casa contenedor” o “Sin vivienda, sin tiempo, pero en la lucha''.

Según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno de Canarias, se han invertido 298,4 millones de euros en ayudas. De esta cifra, 147,2 millones de euros se corresponden con ayudas materializadas para vivienda y alojamiento a personas afectadas por la erupción; 62,26 millones en ayudas para la emergencia social y de apoyo al empleo; 46,50 millones de euros en ayudas para empresas, autónomos y sectores económicos y 39,43 millones de euros en otras inversiones como las desaladoras.

A pesar de ello, muchas familias aseguran que hasta el momento solo han recibido como compensaciones directas las donaciones que hizo la población de todo el Archipiélago y que se han distribuido a través de los diferentes ayuntamientos y el Cabildo. ''Queremos una espera digna. No desfallezcamos. Juntos podemos superar la mayor catástrofe natural, económica y social de nuestra historia'', concluyó el manifiesto de los afectados.