MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores, del Massachussets Eye and Ear Infirmary, el Hospital Infantil de Filadelfia, y la Universidad Loyola de Chicago, ha aislado un esquivo gen humano que causa amaurosis congénita de Leber (ACL), una forma relativamente rara, pero devastadora, de ceguera temprana.
La identificación del nuevo gen, llamado NMNAT1, y que se encuentra mutado en pacientes con ACL, es el primer paso hacia el desarrollo de una terapia génica para tratar la enfermedad. El hallazgo ha sido publicado en 'Nature Genetics'.
La ACL es una enfermedad hereditaria y degenerativa de la retina, que se caracteriza por una disminución de la visión durante la infancia. Durante los primeros meses de vida del paciente, los padres notan, generalmente, una falta de reacción visual, y movimientos oculares errantes inusuales, conocidos como nistagmus. Esta enfermedad, habitualmente, sólo implica problemas de visión, pero puede ir acompañada de disfunciones en otros órganos, en una minoría de los pacientes.
“El beneficio inmediato de este descubrimiento es que ahora sabemos la causa de la enfermedad, en los pacientes afectados por mutaciones en este gen”, señala Eric Pierce, autor principal, y director del Instituto de Genómica del Massachussets Eye and Ear Infirmary. El experto añade que “el objetivo a largo plazo de la investigación, es el desarrollo de terapias para limitar, o evitar, la pérdida de la visión causada por este trastorno”.
Para identificar el gen NMNAT1, los científicos realizaron la secuenciación del exoma de los familiares de dos hermanos con ACL, que no tenían mutaciones en los genes, conocidos hasta el momento, relacionados con la enfermedad. La labor de un equipo multidisciplinario de científicos, que llevó una caracterización clínica cuidadosa, y pruebas genéticas, a la investigación de laboratorio, fue un ingrediente esencial para el éxito del estudio. Pierce señala que, “mediante el uso de la secuenciación del exoma completo, se encontró una mutación en un gen que, hasta el momento, no había sido asociado con la ACL”.
“Mientras que la mayoría de los genes conocidos de la ACL implican una disfunción de las proteínas ciliares de la retina, necesarias para la detección de luz en el ojo, el gen NMNAT1 se distingue por ser la primera enzima metabólica relacionada con ACL”, afirma Marni J. Falk, coautor del estudio y genetista clínico en el Hospital Infantil de Filadelfia.
Después de haber encontrado una mutación en el gen NMNAT1 en una parte de la familia estudiada, los investigadores se preguntaron si las mutaciones en NMNAT1 también podían causar la enfermedad en otros pacientes con ACL. Así, la revisión de 284 pacientes con LCA, de los Estados Unidos, Inglaterra, Francia y la India, permitió a los científicos identificar a 13 pacientes cuyas mutaciones en NMNAT1 eran la causa de su enfermedad.
Falk, Pierce, y sus colaboradores, también analizaron cómo las mutaciones en NMNAT1 afectan a la función de la proteína del gen, causando la disfunción o la muerte de las células fotorreceptoras de la retina. Trabajando junto a Eiko Nakamaru-Ogiso, del Departamento de Bioquímica y Biofísica de la Universidad de Pensilvania, los investigadores descubrieron que las mutaciones en NMNAT1 parecen disminuir la capacidad de la proteína del gen para producir NAD +, un mediador clave en la señalización celular.
Los investigadores descubrieron que todos los pacientes, excepto la más joven, con mutaciones en NMNAT1, mostraban daño en la mácula, el centro de la retina necesario para la visión central. La excepción, una niña de 4 años de edad, sin pérdida de visión central, podría beneficiarse, posiblemente, de una terapia para tratar su ACL mediada por NMNAT1, impidiendo el desarrollo de una pérdida severa de visión.