Un promotor inmobiliario intenta vender en China la mayor reserva virgen de la isla de Gran Canaria
Saltaron las alarmas injustificadamente. Guguy se ponía a la venta en un portal chino. La reserva natural especial y área de sensibilidad ecológica que pertenece al municipio de La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria) y que linda con el parque rural del Nublo, se anuncia todavía en la web www.juwai.com por seis millones de euros. Otra hazaña del empresario inmobiliario Jaime Cortezo, el propietario de tres millones de metros cuadrados de la zona, que hace temblar a los grancanarios. La noticia ha creado revuelo en la sociedad canaria aunque, independientemente de quién sea el dueño de Guguy, allí no se puede hacer nada de nada. Una provocación del empresario en la que han picado las instituciones.
El vendedor no escatima en detalles descriptivos en la web en la que pone en venta su terreno. En el texto, donde emplea la toponimia errónea de Güi Güi, describe el paraje con todo tipo de detalles climatológicos y ambientales y la existencia de dos playas “grandes” y una playa pequeña que “desaparece con las mareas altas”. Además, localiza el litoral en “la isla más importante” como zona turística de Canarias y habla de la riqueza e importancia paisajística de la reserva natural, informó la semana pasada el diario Canarias 7. Lo que se le olvidó comentar al empresario son las concretas posibilidades que tiene para su explotación turística, es decir, ninguna.
No es la primera vez que la zona de Guguy, sometida a varios pulsos entre la administración pública y este empresario, entra en un huracán mediático. En el año 2003, Canarias Ahora publicaba la intención de Cortezo de permutar Guguy por los terrenos del viejo Estadio Insular, en Las Palmas de Gran Canaria. En aquel entonces, Cortezo tenía la intención de que las asociaciones empresariales y la Cámara de Comercio de Gran Canaria respaldaran la idea de hacerse con el suelo del viejo recinto de Ciudad Jardín para levantar allí un edificio “emblemático” con viviendas de lujo y oficinas, una plaza y un aparcamiento “para que los vecinos no protesten”. Se le fue de las manos y las autoridades rechazaron tajantemente su propuesta.
En 2008, Guguy volvió a salir a la palestra. El propietario intentó vender los terrenos al Cabildo de Gran Canaria por una cantidad próxima a los 40 millones de euros. Su intención era enajenar 12 millones de metros cuadrados que asegura que eran de su propiedad por una suma de entre tres y cuatro euros el metro cuadrado. El beneficio sería tremendo, 25 veces el precio que pagó cuando lo adquirió.
En ese momento, desde el Cabildo, presidido por el socialista José Miguel Pérez, se decidió hacer una tasación del suelo que se quedó en 4,8 millones de euros, 35,2 menos de los que pedía Cortezo. Lo que demuestra el interés incesante del promotor inmobiliario por deshacerse de un paraje que nadie se explica para qué adquirió.
El por entonces consejero de Hacienda de la Corporación, Luis Ibarra, aclaró que ese precio podría ser incluso menor una vez y se depuraran los metros que forman parte de los cauces de los barrancos, ya que “son públicos”. A todo esto había que sumarle el pleito que el propietario tenía con el Ayuntamiento de La Aldea en los tribunales. En el Consistorio le reconocían la propiedad de 8 millones de metros cuadrados de los 12 que aseguraba Cortezo que le pertenecían. En 2013 se dio a conocer la sentencia definitiva: el Tribunal Supremo dictó una resolución en la que daba la razón al Ayuntamiento aldeano y desestimaba las pretensiones de la empresa Cortezo Inversiones.
Al conocer la cantidad que le podría dar brindar la Corporación insular, el empresario no dudó en su respuesta: “Por ese dinero no lo vendo. Está mejor en mis manos porque está visto que valoro mucho más ese paraje que el Cabildo”, afirmó.
Ahora, diez años después y tras pasar varios procesos judiciales, como el caso del Islote del Francés, en Arrecife, y la polémica en las viviendas de Hoya Pozuelo, en Telde, que sentó a Jaime Cortezo en el banquillo acusado de una estafa múltiple de la que fue absuelto, vuelve a ser noticia por este nuevo intento de deshacerse de Guguy. Quizás, esta sea la definitiva y algún empresario chino se interese por la reserva natural o, quizás, alguna administración dé el paso y realice la operación para que se eviten más especulaciones.
Morales: “Da lo mismo un chino que un camerunés”
Morales: “Da lo mismo un chino que un camerunés”El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, asegura que no tiene ninguna oferta de compraventa de Guguy. “Si nos hicieran una propuesta la estudiaríamos”, afirma. Asimismo, el presidente, que no se muestra alarmado por el futuro de Guguy, tiene claro que “ese 10% que queda en manos privadas no puede ser utilizado absolutamente para nada”, como hasta ahora.
“El Ayuntamiento de La Aldea respondió al impulso de que mucha gente se asustó por la información de la primera página de un periódico. Es una reacción entendible pero será el Cabildo el que valore si se le presenta una oferta”, comenta Morales haciendo a alusión a la petición del Consistorio aldeano de que compre los terrenos. “Da lo mismo que Guguy esté en manos de un chino, de un camerunés o de un ecuatoriano, es parque protegido y no se pueden lucrar con él”.
Por su parte, el alcalde de La Aldea de San Nicolás, Tomás Pérez, considera que ese espacio “debe quedar en manos públicas”. “Aunque no se puede hacer nada, estaría bien que el titular sea una entidad insular como el Cabildo”, recalca Pérez. Al mismo tiempo, el alcalde aldeano solicita que “estudien y valoren la oferta” cuando les llegue.
Además, el regidor aldeano lanza la idea de que el espacio se convierta en Parque Nacional. “Sería muy importante para el municipio y para Gran Canaria; Guguy reúne los requisitos para ser propuesta y creo que beneficiaría desde el punto de vista económico y de conocimiento de la Isla”, cuenta a Canarias Ahora.
El alcalde insiste en que “se incrementaría el número de personas que llegan al municipio” y por tanto apuesta por ello. “Ahora mismo tiene la calificación de reserva especial pero no tiene la proyección que debe tener”, apunta. Pérez también destaca los puestos de trabajos e inversiones que se crearían, “habría personas dedicándose al cuidado de ese parque que en estos momentos no dispone de control ninguno”, sentencia.
Guguy, o como se conoce comúnmente Güi Güi, entra dentro de una Reserva Natural Especial con un alto grado de protección, por ello está garantizada la preservación de hábitats singulares, especies concretas, formaciones geológicas o procesos ecológicos naturales de interés especial y no es compatible la ocupación humana ajena a fines científicos, educativos y, excepcionalmente, recreativos o de carácter tradicional.
Es decir, si Jaime Cortezo encuentra un interesado en los terrenos, tendrá que trabajar muy bien su estrategia hasta lograr persuadirlo para que compre un paraje natural donde no se puede mover ni una piedra.