El pesquero Villa de Pitanxo se hundió el pasado 15 de febrero a unos 450 kilómetros de Terranova, en Canadá, con sus 24 tripulantes a bordo, incluido el biólogo canario de 33 años Francisco Manuel Navarro. Este lunes, la armadora Grupo Nores ha explicado las causas del fatal accidente, del que solo hay tres supervivientes.
Según ha indicado la empresa en un comunicado, fueron los golpes de mar que escoraron la nave después de que esta sufriera una parada en el motor principal durante una maniobra de virada del aparejo. Es decir, el buque se quedó sin gobierno en plena maniobra y acabó siendo abatido por las olas.
La empresa señala que, “conforme a lo trasladado por el patrón”, Juan Padín (uno de los tres supervivientes del naufragio), “el accidente se produjo durante la maniobra de virada del aparejo”. En ese momento, se produjo “una repentina parada del motor principal”, que dejó al Villa de Pitanxo “sin motor ni gobierno, expuesto al viento y las olas, sufriendo golpes de mar que lo escoraron y hundieron de forma muy rápida”.
De los 24 tripulantes de la nave, tres fueron rescatados con vida: Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial Padín y el marinero de origen ghanés Samuel Kwesi. Se recuperaron los cadáveres de otros nueve marineros: Rogelio Franco, Miguel Lumbres, Diego Andrés Moré, Daniel Fernando Moré, William Arévalo Pérez, Ricardo Alfonso Cruz Flores, José Antonio Cordero, Fernando Santomé y Apaanah Pelungo Zure.
El balance de la tragedia arroja también la cifra de 12 desaparecidos, cuyas familias han pedido este lunes, una vez más, que se reanuden las labores de búsqueda cuanto antes, ya que hay previsión de temporal en la zona a partir del miércoles.
Precisamente, responsables de la armadora han tenido hoy un encuentro con estos familiares de los marineros desaparecidos (el primero convocado formalmente con todos ellos) en el Puerto de Marín, y les han trasladado su “apoyo y total disposición” para impulsar la reanudación de las “tareas de rastreo”.
A la salida de ese encuentro, que se prolongó más de dos horas, la hija del jefe de máquinas, María José de Pazo, ha explicado que las familias han demandando a la armadora que respalde su petición de retomar la búsqueda “de los 12 que faltan”, porque es “la prioridad hoy”.
En la misma línea, Julio Torres, allegado de Samuel Kwesi, ha explicado que la empresa se ha comprometido a mantener la “presión a todos los niveles” para reanudar esas labores, que “ahora mismo es lo principal” y que, ya posteriormente, habrá que abordar la investigación de las causas del siniestro “hasta las últimas consecuencias”.
Este pastor evangélico ha reiterado que “las familias tienen información fehaciente de que hay un tiempo relativamente bueno, para lo que es la zona” y que debe tomarse “ya hoy, no mañana”, la decisión de buscar a los desaparecidos.
Con todo, los familiares han explicado que, en la reunión con la armadora, “se les preguntó expresamente” si habían hablado con los supervivientes, entre los que está el patrón, “y ellos dijeron que no”, por lo que han trasladado su “sorpresa” por el comunicado hecho público, en el que Nores habla de las posibles causas del naufragio.
De hecho, Julio Torres ha apuntado que “hay muchas cosas abiertas” con respecto al accidente y las responsabilidades, que la empresa “no elude”, pero ha señalado que la armadora “quiere que lleguen los supervivientes”. “Al final, más que plantear conjeturas y posibilidades, es mejor, dado que es algo tan grave, hablar sobre realidades. En eso coinciden ellos y las familias”, ha apuntado, y ha insistido en que “la investigación está en otro plano, y ahora el plano primero es la búsqueda”.