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España y Mauritania refuerzan las relaciones bilaterales en materia de inmigración

Los Gobiernos de España y Mauritania acordaron este jueves firmar antes de final de 2007 un tratado de amistad y cooperación para reforzar las relaciones bilaterales, en especial, en materia de inmigración.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, hizo este anuncio tras reunirse en Nuakchot con el nuevo presidente de Mauritania, Sidi Uld Cheij Abdallahi, quien tomó posesión de su cargo el pasado 19 de abril.

Moratinos le comunicó el deseo de que la firma del acuerdo coincida con la posible visita a Mauritania del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero antes de acabar el año.

En declaraciones a la prensa, el jefe de la diplomacia española informó además de que el Gobierno mauritano ha aceptado la incorporación de un avión al dispositivo de control de la costa mauritana destinado a evitar la salida de cayucos hacia Canarias.

Este avión se unirá a las cuatro patrulleras -dos de ellas están en camino- y al helicóptero que están desplegados en la zona en labores de vigilancia, al margen de la operación que lleva a cabo la UE a cargo de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex).

Moratinos agradeció la voluntad de seguir colaborando en la lucha contra las mafias por parte del nuevo Gobierno mauritano, que tomó el relevo de la Junta Militar que dirigió el país desde el golpe de Estado de agosto de 2005.

Esta cooperación se intensificó con la crisis del buque Marine I, que desembarcó en Nuadibú el pasado 12 de febrero con 369 inmigrantes después de que fuera rescatado cuando se dirigía rumbo a Canarias.

El ministro señaló que se sigue trabajando para buscar una solución a los 23 inmigrantes de este grupo que permanecen en Nuadibú al negarse a su identificación.

Según Moratinos, el traslado de estos inmigrantes de un hangar del puerto al centro de acogida que financió España el pasado año es un “avance sustancial” al haber mejorado las condiciones en las que están alojados bajo supervisión de Mauritania.

Volvió a agradecer la ayuda prestada por las autoridades mauritanas en resolver esta crisis y reiteró el deseo de seguir trabajando con “espíritu de corresponsabilidad”.

Además de la reunión con el presidente, Moratinos se entrevistó con su homólogo mauritano, Mohamed Salek Uld Mohamed Lémine, y con el primer ministro, Zein Uld Zeida, con quienes repasó a fondo las relaciones bilaterales, con especial énfasis en la inmigración.

El ministro español alabó la transición política que ha habido en Mauritania tras su etapa bajo un gobierno militar.

A su juicio, Mauritania es un “modelo” para otros países de la región por su compromiso con la política de reformas políticas y económicas.

También hablaron del conflicto del Sahara Occidental, sobre el que Mauritania mantiene una posición de neutralidad activa y de respeto a lo que acuerden Marruecos y el Frente Polisario, aunque desde 1984, reconoce la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Mohamed Lemine manifestó su apoyo a la reciente resolución aprobada por Naciones Unidas, favorable a la negociación directa entre las partes, y felicitó a Moratinos por el papel activo de España en buscar una solución al contencioso.

Moratinos le reiteró a Lemine el compromiso de España en seguir colaborando con los países del Magreb para seguir combatiendo el terrorismo islamista radical.

En el plano económico y de cooperación, el ministro mauritano expresó su deseo de que las empresas españolas aumenten sus inversiones y de entablar nuevos proyectos en materia de infraestructuras.

España, con una flota de 120 barcos, es el principal beneficiario del acuerdo de pesca entre Mauritania y la UE, que entró en vigor el 1 de agosto de 2006 y por el que el país africano recibe 86 millones de euros al año.

Mauritania, con una población de tres millones de habitantes, tiene una superficie de una millón de kilómetros cuadrados, de los que el 80% es desierto.