El Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria de Canarias, presidido por el jefe del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres, aprobó este miércoles por la noche el plan de desconfinamiento parcial que remitirá (salvo cambios de última hora) al Gobierno central este domingo y que espera aplicar, si recibe el visto bueno de Madrid, a partir de la próxima semana. Como ya había anunciado el portavoz del comité científico asesor, el catedrático de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Lluís Serra-Majem, la desescalada se divide en fases. En concreto, son cuatro etapas. Cada una de ellas coincide, en principio, con un periodo temporal de una semana, aunque en un escenario cambiante como el de esta crisis sanitaria, las fechas pueden variar en función de los indicadores epidemiológicos.
La propuesta canaria plantea que la ciudadanía de las ocho islas pueda salir a la calle de forma escalonada desde el 27 de abril, los días pares quienes residan en casas con número par y los impares quienes lo hagan en inmuebles con numeración impar, con un máximo de dos acompañantes o de todos los miembros de núcleos familiares mayores siempre que vivan juntos.
Además, fija tramos horarios por colectivos. Las personas mayores podrán abandonar el confinamiento entre las 11.00 y las 13.00 horas y los menores de 14 años, entre las 16.00 y las 19.00. En una primera etapa, los niños no podrán acudir a los parques infantiles. El documento apela al “sentido común” de la población y a la necesidad de no poner en contacto a los menores con abuelos en situación de riesgo para evitar un repunte de casos de COVID-19 en el Archipiélago e insta a los ciudadanos a usar de forma generalizada mascarillas, sobre todo en los espacios cerrados.
Este plan de desconfinamiento establece dos tramos para poder hacer ejercicio en el exterior: uno matutino, de 05.00 a 09.00 horas, y otro vespertino, de 20.00 a 23.00 horas. Se permitirá caminar a una distancia máxima de dos kilómetros del domicilio y correr hasta un radio de cuatro kilómetros desde la vivienda. Las actividades de senderismo no podrán superar la hora de duración. También permite el acceso a las segundas residencias para cuidar de los animales y de los huertos. Los desplazamientos deben ser individuales. A la playa solo se podrá ir a partir de la tercera fase de este proceso de desescalada, aunque se estudia la posibilidad de adelantar esta opción a la anterior. En cualquier caso, el trayecto deberá ser inferior a la hora y se deberá respetar la distancia física recomendada por las autoridades sanitarias.
La propuesta por fases de Canarias fija algunas fechas para retomar actividades económicas actualmente paralizadas. De ser aprobada por el Gobierno central tras la reunión del domingo, los pequeños comercios podrán reabrir a partir de la próxima semana, con aforo limitado. También las peluquerías. Los centros comerciales podrán hacerlo a partir de la segunda fase, aunque los ciudadanos solo podrán acudir a realizar compras concretas en establecimientos, no a pasear. Los gimnasios, en la misma fecha, aunque con restricciones. Como ya avanzara el miércoles por la mañana Lluís Serra, el Gobierno canario defiende que algunos alojamientos turísticos, hoteles o apartamentos, puedan retomar su actividad a partir de mayo, aunque al 50% de su capacidad alojativa.
El plan prohíbe la celebración de cualquier evento con más de 50 personas, una restricción que se extiende a los cines y teatros. En los casos en los que la capacidad de las salas sea menor, solo se podrá ocupar un tercio del aforo y se deberá mantener la distancia debida por filas y asientos. Los expertos sitúan la posibilidad de abrir restaurantes en las dos últimas fases, siempre con reserva, con un máximo de cuatro personas por mesa y con la mitad del establecimiento vacío.
En cuanto a la conectividad en puertos y aeropuertos, la previsión es que los desplazamientos entre islas se permitan de forma generalizada a partir de la cuarta etapa. En estas primeras fases no se contempla la posibilidad de que puedan llegar turistas nacionales y extranjeros a las Islas. Cuando concurran las condiciones para que esto ocurra, se les exigirá que hayan dado negativo en la prueba de detección del virus a la salida de sus ciudades de origen.
Todas estas propuestas deberán ser autorizadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, que es quien tiene la última palabra en el proceso de desconfinamiento. Canarias ha pedido un tratamiento singular por haber presentado desde el inicio de la pandemia los menores indicadores de afección del virus por población, con 98 casos por cada 100.000 habitantes desde el inicio de la emergencia sanitaria y de apenas 15 desde hace dos semanas. El Archipiélago acumula 2.113 positivos por COVID-19, de los que 1.023 continuaban activos este jueves. Hasta la fecha han fallecido en las Islas con la enfermedad 121 personas y han recibido el alta 969.
El presidente Ángel Víctor Torres expresó el pasado domingo la pretensión del Gobierno de recuperar cuanto antes “la normalidad insular” y de ir recuperando progresivamente la actividad económica para atenuar la crisis social que ya ha comenzado a manifestarse en el Archipiélago como consecuencia de la paralización decretada tras la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo.
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