- En este juego colaboró Canarias Ahora a través de un blog donde se iban lanzando pistas
Un total de 212 personas recorrieron este sábado las calles de la capital grancanaria con la aventura Las hogueras del último Inquisidor. Los participantes se dividieron en 38 grupos que, en general, acabaron el juego con éxito.
El objetivo era resolver una serie de enigmas, así como diferentes pruebas de lógica, observación y deducción. Los participantes se movieron por Vegueta (en 12 puntos de encuentro), donde la inquisición tuvo presencia. Entre ellos, los lugares donde se llevaron a cabo quemas de herejes, las celdas, el primer colegio jesuita...
Poco a poco, siguiendo las instrucciones de Cairasco de Figueroa y Ana de Cibo, y conociendo las intenciones del inquisidor Niebla, los participantes se desplazaban recuperando objetos virtuales que les ayudarían en su aventura.
Los tiempos globales del recorrido, sin descontar los Bonus Tempus y premios otorgados en las diferentes pruebas, oscilaron entre las 1:59:00 horas del primer equipo y las 4:15:00 del último. Aunque casi todos terminaron la aventura, cuatro grupos no pudieron terminar el recorrido completo.
La mayoría de los jugadores llevaron camisetas moradas durante la aventura y que corresponde con el color corporativo de La Casa de Los Enigmas tiñiendo así una marea de más de 200 personas el casco antiguo de la ciudad.
Además, cabe recordar que Canarias Ahora colaboró en el desarrollo de este juego a través del blog Canarias Antes donde se fueron lanzando pistas en el último mes.
Valoración de los organizadores
La valoración en terminos generales es “muy positiva” ya que se ha generado bastante movimiento en las redes sociales, con más de 60.000 visualizaciones del juego. Los vídeos en directo también tuvieron bastante éxito con más de 125 selfies subidos en las diferentes redes por parte de los jugadores.
En cuanto a los aspectos técnicos de la App, destacan algunos inconvenientes que los organizadores ya están solventando y otras que se solucionaron durante el desarrollo del propio juego.