La Fiscalía del TSJC inicia este lunes la investigación sobre la existencia de 402 muestras de presuntas violaciones con la toma de declaraciones al jefe de Genética del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, José Pestano, quien ha sido citado como testigo.
Tras conocerse que este centro conserva muestras que se comenzaron a tomar en 1998 y que hasta el momento no han podido ser procesadas, la Asociación Justicia y Sociedad puso el hecho en conocimiento de la Fiscalía General del Estado, que solicitó la apertura de diligencias a la canaria, que ya las había incoado.
José Pestano informó en diciembre de que su laboratorio acumulaba cientos de muestras tomadas en urgencias a mujeres, algunas de apenas 16 años, que habían acudido al hospital porque acababan de ser agredidas sexualmente.
Un protocolo sanitario disponible en Internet establece que se tomen muestras vaginales, ropa interior, sangre y uñas y se remitan al Instituto de Medicina Legal, mientras el parte de lesiones debe ser enviado al juzgado.
Dicho protocolo alerta de que el parte es un documento de “extraordinaria importancia y de notificación obligatoria al juez” porque es la partida de las diligencias judiciales.
Sin embargo, las muestras no han sido procesadas porque, según creía Pestano, hacía falta denuncia, y casi ninguna mujer las formaliza.
Tanto el hasta ahora portavoz de la Fiscalía del TSJC, Guillermo García Panasco, como el fiscal jefe, Vicente Garrido, afirmaron que por ley es necesaria esta denuncia para iniciar un procedimiento judicial.
El Instituto Canario de la Mujer no se hizo esperar y anunció que promovería un cambio normativo para que los violadores no queden “impunes” y su directora, Isabel de Luis, afirmó que se pondría en contacto con las demás autonomías para iniciar un movimiento conjunto.
En cualquier caso, al ser preguntado por estas muestras, el presidente del TSJC, Antonio Castro, afirmó que, como recoge el artículo 191 del Código Penal, estos delitos no necesitan denuncia de la víctima para ser investigados y aseguró que indagaría la existencia de este banco de ADN porque lo desconocía.
Alguna que otra picaresca y un laboratorio desbordado
Juristas consultados manifestaron la posibilidad de que algunas mujeres hayan mentido para cobrar el “seguro de turista”, obtener la píldora del día siguiente o se le practique un aborto, así como que los casos posiblemente fueron investigados pero no se necesitaron las muestras porque el agresor confesó o no había sospechoso para contrastarlas.
Nada de ello, según otras fuentes, es razón para que el ADN no haya sido procesado y llevado a los juicios, si se celebraron, pues aunque el agresor lo reconozca en un primer momento puede negarlo en la vista oral o si no hay sospechoso el caso debe permanecer abierto y con las muestras preparadas.
Además, se debe investigar si hay mujeres que utilizan el sistema en su beneficio, lo que se sabría si en las muestras no hubiera restos masculinos.
Hace cinco años, Pestano propuso al TSJC estudiar el ADN para ofrecer pistas sobre agresores reincidentes, pero no obtuvo el permiso, que le fue denegado verbalmente.
Asimismo, explicó que su laboratorio quedó desbordado hace dos años y dejó de recoger muestras no acompañadas por orden judicial, por lo que supone que las recibidas entre 2005 y 2007 se conservan en otras dependencias del centro.
Por otra parte, hace pocas semanas la Dirección del Instituto de Medicina Legal cambió el protocolo y ahora Pestano procesa todas las muestras que llegan, pero las 402 tomadas entre 1998 y 2005 siguen sin tocarse.
Ante todo ello, la Fiscalía canaria anunció en febrero la apertura de diligencias para, primero que nada, confirmar la existencia de estas muestras y, después, conocer su estado, por qué no han sido procesadas, y si pueden ser utilizadas judicialmente.
Tras la denuncia de Justicia y Sociedad, que considera inadmisible esta situación, la Fiscalía General del Estado también mostró interés por este caso, que este lunes comienza a estudiarse con la testifical al custodio de las muestras.