Un fuerte temporal azota la costa cantábrica y deja grandes daños

El temporal que azota la zona norte del país, donde se han llegado a registrar olas de hasta 16 metros y vientos de hasta cien kilómetros por hora, ha causado importantes destrozos en varios puertos e incluso ha roto un buque encallado en las proximidades del puerto de Pasajes.

Así, el temporal que azota este martes la costa guipuzcoana, donde se han registrado olas de una media de 9,5 metros de altura, ha hundido unas 50 embarcaciones en el puerto de San Sebastián y ha inundado numerosos bajos en la Parte Vieja donostiarra.

En el centro de la ciudad se pueden ver coches cruzados en la calzada que han sido arrastrados por el agua.

El Centro Meteorológico del País Vasco ha informado de que el pico máximo del oleaje se ha registrado hacia las siete de la mañana, con la pleamar, cuando en la bocana del puerto de Pasajes, cerca de donde se encuentra encallado el buque “Maro”, que ayer se rompió en tres partes, había olas de hasta 11,5 metros.

La altura de las olas ha permitido que el oleaje sobrepasara el muro del Paseo Nuevo, en la franja litoral de San Sebastián, y saltara por encima del pretil inundando la Parte Vieja o sobrepasando la barandilla del Paseo de La Concha.

El Centro Meteorológico ha precisado que esta situación ha sido provocada por el temporal del oeste que se registra en el Atlántico, donde la mar de fondo, que ha generado olas de hasta 13 metros mar adentro, se ha juntado con una mar de viento que ha dado lugar a rachas superiores a los 100 kilómetros por hora en la costa vizcaína.

Aunque no hay heridos, una mujer ha resultado lesionada al caer arrastrada por una ola que ha barrido una de las calles de la Parte Vieja, donde se han registrado los mayores destrozos.

En el casco antiguo donostiarra cinco coches han quedado amontonados en la calzada por la fuerza del mar, que se ha llevado consigo grandes rocas de la escollera del Paseo Nuevo, que pueden verse en aceras y carreteras.

La fuerza del mar ha tenido tal intensidad, que una ola ha sobrepasado el primer espigón del muelle donostiarra y ha hundido medio centenar de pequeñas embarcaciones, mientras que otros pesqueros de mayor tamaño han quedado sin amarre.

En las playas también se han registrado importantes daños, con destrozos en el Club Náutico y en su pasarela, en las cabinas de La Concha, un trozo de cuya emblemática barandilla ha sido arrancada por una ola.

El temporal ha afectado incluso a zonas que habitualmente no están expuestas al mar, como el puente de Santa Catalina, junto a la estación de Renfe, donde una parte de su barandilla ha sido arrancada, mientras que el cercano túnel subterráneo está totalmente anegado.

Los vecinos dicen no recordar un golpe de mar como el que hoy ha causado importantes destrozos materiales en esta zona.

Por su parte, la marea viva de las 07.00 de la mañana, con olas de hasta 16 metros en aguas intermedias, ha causado importantes destrozos en los puertos vizcaínos de Bermeo y Ondarroa y ha hundido “numerosas” embarcaciones en toda la costa vasca, además de dañar balizas y pantalanes.

La misma ha roto en el puerto de Bermeo los 25 metros que quedaban del espaldón del rompeolas y ha destruido el pretil en otros 200 metros.

En Ondarroa, las olas han causado daños en los edificios colindantes al rompeolas, especialmente el de los carros varaderos, en el que ha roto la cubierta, la trasera y destrozado el transformador.

Además el temporal rompió ayer en tres partes el buque “Maro”, que permanecía encallado en las proximidades del puerto de Pasajes.

Hoy el helicóptero Helimer Cantábrico de Salvamento Marítimo sobrevoló la zona para hacer un reconocimiento de la situación y comprobar si existe algún tipo de contaminación por combustible en el mar.

En Asturias, olas de hasta ocho metros han arrancado una escultura de acero de varias toneladas de peso en el muelle nuevo de Luarca, en el occidente asturiano, que ha sufrido con intensidad la acción de un temporal que ha tirado decenas de árboles, carteles, tejas o antenas por todo el Principado.

El fuerte viento ha obligado también a desviar un vuelo procedente de Barcelona al aeropuerto de León y mantiene amarrada a la flota pesquera.

En Cantabria, un golpe de mar ha provocado importantes daños en El Sardinero de Santander, donde la fuerza de las olas, de hasta siete metros de altura, ha arrastrado coches y ha inundado las calles más próximas a la playa, en las que ahora trabajan 140 personas para normalizar la situación.

El fuerte oleaje, que coincidió con la pleamar, ha provocado esta situación, que ha causado cuantiosos daños en diferentes establecimientos de la zona, especialmente el Hotel Chiqui, sobre todo en su planta baja.

En Galicia cuatro personas resultaron heridas anoche tras ser arrastradas por un golpe de mar en el Paseo Marítimo de A Coruña, que se llevó parte de la balaustrada y el mobiliario urbano.