Hoy la isla colombina está de enhorabuena. La Gomera comienza la segunda fase de desescalada con precaución, pero con algunos cambios que ya son visibles en la población y que animan a continuar en la misma línea que han seguido hasta momento: ilusionados pero con cautela. En esta segunda fase de desconfinamiento, los vecinos podrán bañarse en la playa, respetando siempre las medidas de seguridad establecidas, acudir y sentarse en el interior de una cafatería o restaurante con servicio en mesa o asistir a lugares de culto religioso como las parroquias que podrán acoger en esta nueva etapa hasta la mitad de aforo.
Las que no abrirán sus puertas de momento son las cuatro escuelas infantiles con las que cuenta la Isla. Estas continuarán cerradas y mientras tanto, tal y como han explicado a esta redacción, trabajan en los requisitos exigidos para poder ofrecer en el momento de reapertura todas las garantías de seguridad necesarias.
La Cámara de Comercio de La Gomera confirma que el aumento de locales y alojamientos turísticos abiertos en esta fase 2 respecto a la anterior ha sido de un 10%, pues muchos de los establecimientos, principalmente del sector de la restauración, han decidido que abrirán en el mes de junio. La Cámara, en acción conjunta con el Cabildo insular, ha distribuido por tiendas, cafaterías y resto de comercios más de 1000 panfletos informativos donde se especifican las medidas de seguridad y el aforo máximo que debe cumplir cada uno de ellos.
Asimismo, desde el comienzo de la fase 1 el pasado 4 de mayo, la Cámara se ha puesto a disposición de comerciantes y empresarios de la isla para atender por vía telefónica todas las dudas originadas a raíz de la desescalada.
Esta nueva fase que comienza hoy en La Gomera, además de en El Hierro, La Graciosa y Formentera, también atañe a los lugares de culto. Arturo Hernández, párroco de Valle Gran Rey nos ha confirmado que lo más importante siempre será mantener la distancia social. “Lo que si nos beneficia en esta fase 2 es que se pueda entrar de 10 o en 15 personas para la actividad pastoral...y en los entierros, pues ya pueden venir un grupo más mayoritario de la familia y acompañar así al difunto”.
En el otro extremo de la Isla, al este, el hotel rural Los Telares en Hermigua, que ha sido alojamiento esencial en fases anteriores de la desescalada, continúa ajustándose a los requisitos correspondientes. “En la fase 2 he abierto el salón por si tenemos algún cliente que quiera utilizarlo, pero hemos tenido que quitar el minibar al considerarlo una zona crítica, pues los clientes pueden estar en contacto unos con otros. También hemos quitado el ordenador y unos bastones que tenemos de préstamo para la gente que viene a caminar en la isla, además de cerrar la sala de yoga y estiramientos”. Estas son algunas de las medidas que por las que ha optado Luisa Trujillo, propietaria de este establecimiento hotelero.
También se encuentran los que han preferido coger el mes de mayo para ajustar su establecimiento frente a la COVID-19. Este es el caso de Yolanda Siverio, propietaria del restaurante Cuatro Caminos en San Sebastián de La Gomera y quien tiene pensado dar la bienvenida a sus clientes en junio. Para asegurar la máxima higiene en el negocio ha decidido quitar la mantelería, las cortinas y los cojines. “Las mesas también las vamos a separar. Vamos a colocar una mampara en la barra y un gel para que todos se desinfecten en la entrada”, ha reiterado esta empresaria gomera.
Una playa de La Punta comienza a tener las primeras pisadas de unos bañistas con ganas de sentir el agua del mar; unas cafeterías con poco ambiente en su interior, pero sí en el exterior, donde muchos vecinos prefieren sentarse y hacer uso de sus terrazas. En La Gomera se respira esperanza, ilusión y ganas por comenzar una nueva fase, en la que el atardecer ya no solo se podrá contemplar desde los balcones.