Gran Canaria, Fuerteventura y El Hierro bajarán de nivel de alerta sanitaria el lunes “si no hay complicaciones”

Canarias Ahora

18 de febrero de 2021 14:59 h

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La caída de los contagios en Gran Canaria y Lanzarote aún no ha tenido un efecto real en la tabla de indicadores del Gobierno de Canarias. Ambas islas, que se encuentran en el nivel de alerta alto (3) y muy alto (4) respectivamente, presentan datos todavía preocupantes como para relajar las medidas. Sin embargo, el presidente del Gobierno autonómico, Ángel Víctor Torres, ha dicho que Gran Canaria bajará de nivel el próximo lunes “si no hay complicaciones”.

El portavoz del Gobierno, Julio Pérez, indicó tras la celebración del Consejo del Ejecutivo regional que también son susceptibles de descender de nivel las islas de Fuerteventura y El Hierro, donde mejoran los indicadores epidemiológicos. Sin embargo, respecto a Tenerife, Pérez señaló que hay algunos datos que vuelven a ser “preocupantes”. “Algo pasa en Tenerife que las bajadas no se consolidan”, ha dicho. El portavoz del Ejecutivo anunció que será el próximo domingo cuando el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, comparezca para, con los datos actualizados hasta ese día, se anuncie definitivamente los cambios en los niveles de alerta.

En Gran Canaria, la incidencia acumulada (casos por 100.000 habitantes) en los últimos 14 días ha descendido en casi toda la comunidad, con más de la mitad de los municipios reduciendo la transmisión del virus, pero en Gran Canaria y Lanzarote preocupa la transmisión de la enfermedad entre los mayores de 65 años y la presión asistencial en los hospitales. Los centros sanitarios están todavía sintiendo la escalada de diagnósticos que hubo a principio de año y que prácticamente colapsó el Hospital Insular de la isla conejera.

Los niveles de alerta son aplicados por el Gobierno de Canarias en función de la tabla de arriba. Esta muestra todos los indicadores que marcan el ritmo de la epidemia en cada isla. En caso de que una misma región presente dos indicadores epidemiológicos (incidencia acumulada, positividad y trazabilidad) en rojo y otro asistencial (ocupación en planta y UCI), el Ejecutivo autonómico puede tomar medidas de protección para frenar la expansión del virus.

Ante este escenario, podemos observar que la situación de Lanzarote, la isla que más sufrió el repunte de contagios hace unas semanas, sigue siendo de riesgo muy alto ya que la Unidad de Cuidados Intensivos está muy tensionada por el coronavirus y la incidencia es extrema. Gran Canaria, por su parte, aunque lleva varios días de descenso en la curva, aún cuenta con una IA alta entre los mayores de 65 años y un 21,33% de ocupación COVID-19 en la UCI.

Aún está por ver si varía el nivel de alerta en el resto de islas. Tenerife ha experimentado un pequeño aumento de los casos. Quizá no tan pronunciado como para un endurecimiento de las restricciones pero sí que “preocupa ligeramente”, como ha subrayado el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres. Fuerteventura se encuentra en nivel 2 (medio), al igual que El Hierro, si bien es cierto que Sanidad ha hecho una puntualización en este caso aclarando que de los 41 casos acumulados en la isla más occidental del Archipiélago, 40 corresponden a inmigrantes llegados en pateras y cayucos. La Palma, debido a varios brotes que ha sufrido en los últimos días, podría subir a nivel 2 y La Gomera, con casi toda seguridad, se mantendrá en el nivel más bajo.

Con todo, Torres ha anunciado que Gran Canaria y Fuerteventura podrían bajar este domingo de nivel de alerta. “Hay medidas que están en aplicación hasta este domingo, son medidas de restricción por el Carnaval y eso no se modifica. Hoy hemos acordado [en Consejo de Gobierno] que el 21 de febrero comparecerá el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, con un informe actualizado donde cambiarán los niveles”, dijo este jueves en declaraciones a los medios de comunicación. “Si las cosas van como deben ir, con la tendencia positiva de los últimos días y una vez acaben las restricciones por el Carnaval, algunas islas podrían bajar de nivel”.

La curva de infectados en Canarias lleva bajando desde finales de enero. Esto en casi cualquier otra autonomía habría supuesto una flexibilización de las medidas, como piensa hacer ahora la Comunidad de Madrid, aún en riesgo extremo. Sin embargo, desde septiembre de 2020, cuando el Archipiélago fue pionero en España apoyándose en un semáforo de indicadores para decretar restricciones, la activación de mecanismos para contener la enfermedad se ha insularizado, lo que explica, según Torres, “el milagro canario contra la COVID-19”.