Greenpeace ha “inaugurado” zonas de bajas emisiones (ZBE) en 18 ciudades españolas, la capital grancanaria entre ellas, una protesta en la que voluntarios, equipados con una cinta, pancartas y carteles informativos, han emulado el estreno de estos espacios que las urbes de más de 50.000 habitantes deben tener listos antes de 2023, según la Ley de Cambio Climático.
La organización ecologista ha movilizado a sus voluntarios en Coruña, Almería, Vitoria-Gasteiz, Bilbao, Collado Villalba, Córdoba, León, Las Palmas de Gran Canaria, Málaga, Palma de Mallorca, Pamplona, Vigo, Santiago de Compostela, Sevilla, Tarragona, Valdemoro, Valladolid y Zaragoza para reclamar ZBE que sean efectivas para rebajar la contaminación atmosférica y el impacto climático del tráfico rodado.
“Ante la pasividad y la falta de ambición de la mayor parte de ayuntamientos”, los ecologistas han decidido dar “un toque de atención” a los alcaldes e inaugurar ellos mismos simbólicamente las ZBE, áreas urbanas donde el tráfico a motor está restringido dentro de un perímetro determinado, como ocurre ya en Madrid y en Barcelona, entre otras ciudades.
Al comienzo de la Semana Europea de la Movilidad -una campaña anualmente impulsada por la Unión Europea y cuyo lema este año es Disfruta de una ciudad con menos coches-, la protesta ha querido recordar a las administraciones locales que los municipios de más de 50.000 habitantes deben contar con ZBE antes de 2023, como establece la Ley de Cambio Climático y Transición Energética
La organización ha aprovechado para alertar de que muchos proyectos que se están esbozando actualmente desde las urbes “no servirán realmente para bajar las emisiones” pues solo impulsan “medidas cosméticas” para “cumplir” con la ley, motivo por el que la ong elaboró un dossier con criterios mínimos para las ZBE “cumplan los objetivos de reducción del tráfico rodado”.
Por otro lado, los ambientalistas han subrayado la necesidad de revisar el etiquetado ambiental de la Dirección General de Tráfico, “un proceso bloqueado sine die desde el año pasado y que permite que tecnologías contaminantes como el gas natural, los motores ”microhíbridos“ o los SUV de gran tamaño y cilindrada obtengan la calificación ECO a pesar de que sus emisiones superen incluso las de un motor gasolina convencional”, han aseverado en un comunicado.