La sexta ola de la pandemia ya está perdiendo fuerza en Canarias. Después de anotar cifras récord durante el último mes, el Archipiélago comienza a ver su incidencia por COVID-19 reducida. Sin embargo, y como ya ha pasado en las anteriores olas, este alivio está algo más lejos de producirse en los indicadores de capacidad asistencial.
El parámetro epidemiológico en el que mejor se observa esta caída de los contagios en las Islas en los últimos días es aquel que hace una foto más reciente del panorama, la incidencia acumulada a 7 días (IA7), que anota cifras similares a las vistas a finales de diciembre, por debajo de los 1.000 casos/100.000 hab. El penúltimo día del pasado año, en plena época navideña, la IA7 de Canarias superó el millar de casos por cada 100.000 personas por primera vez durante la pandemia y días después llegó a alcanzar los 1.661 casos. No fue hasta el pasado domingo cuando ese indicador volvió a registrar valores de tres cifras, situándose actualmente en 782 casos/100.000 personas y con una clara tendencia a la baja.
La curva de la IA14, que, según los expertos, es el periodo de tiempo que mejor refleja la evolución de la pandemia en una zona al haberse consolidado los datos, también está comenzando a mirar hacia abajo. Ahora mismo, y según el informe epidemiológico diario del Gobierno de Canarias, se encuentra a 2.322 casos/100.000 hab. Esta cifra (al igual que la de la IA7) se sigue encuadrando dentro de los límites del riesgo extremo establecidos por el Ministerio de Sanidad. No obstante, hace casi una semana ese mismo dato era de 2.951 casos, por lo que también muestra una ligera inclinación descendente.
Estas buenas noticias, por otro lado, parecen estar lejos de llegar a los indicadores de capacidad asistencial en las Islas. La tasa de ocupación por pacientes COVID en planta supera el 18% (riesgo extremo) y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) roza el 24%. A pesar de que la evolución de la pandemia mejore de puertas para afuera de los hospitales, las cifras de los parámetros del bloque de capacidad asistencial siempre tardarán unas semanas más en reponerse debido a que los ingresos (tanto en planta, pero, sobre todo, en UCI) se pueden alargar durante días y semanas.
Los hospitales han notado la presión de esta sexta ola no solo por el aumento aumento de pacientes con coronavirus, sino también por las bajas que se han registrado entre los sanitarios por contraer la enfermedad. Sin duda, lo que ha diferenciado este nuevo repunte de la pandemia del resto es su variante predominante, la ómicron, que ha resultado ser más contagiosa (aunque menos letal), lo que ha generado una avalancha de bajas laborales en las Islas. Hace dos semanas, el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, dijo que más de 2.200 profesionales de la salud se encontraban de baja en ese momento en Canarias.