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Un estudio internacional avala un cambio en el tratamiento en primera línea del cáncer colorrectal avanzado

CHICAGO, 5 (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Salvador Alcaide)

El tratamiento estándar del cáncer colorrectal avanzado, que combina el uso de quimioterapia y una terapia biológica, puede sufrir ciertas modificaciones próximamente después de que un estudio internacional con participación española haya demostrado que cuando el tumor comienza a progresar no es necesario cambiar todos los medicamentos que se estén utilizando.

Así se desprende de los resultados del estudio 'TML' presentados en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO, en sus siglas en inglés) que se celebra en Chicago (EE.UU), que han demostrado que mantener el biológico y cambiar únicamente la quimioterapia permite retrasar casi dos meses la progresión de la enfermedad.

El cáncer colorrectal sigue siendo el segundo tumor más letal en Europa y España, donde se diagnostican cada año unos 25.000 nuevos casos. De todos ellos, se estima que entre un 40 y 50 por ciento tendrá metástasis en a lo largo de su vida, de ahí que los expertos hayan incidido en la importancia de definir la pauta mas adecuada para estos casos.

El estudio incluyó a más de 800 pacientes tratados con la terapia estándar para estos tumores, que actualmente comprende el uso de quimioterapia más el antiangiogénico bevacizumab, que Roche comercializa como 'Avastin', y cuando la enfermedad progresó se pasó a un segundo ciclo de quimioterapia pero se mantuvo el biológico.

“Lo normal cuando el tumor progresaba era quitar toda la medicación e iniciar una nueva pauta de tratamiento”, ha explicado el coordinador del estudio en España, Javier Sastre, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que ha destacado que los pacientes que se mantuvieron con 'Avastin' consiguieron estar hasta 5,7 meses sin que la enfermedad progrese, frente a los que 4,1 de quienes cambiaron todo el tratamiento, lo que supone “una mejora significativa” de lo que se conoce como supervivencia libre de progresión.

Además, el riesgo de fallecimiento se redujo un 19 por ciento, ya que la mediana de supervivencia global desde la progresión fue de 11,2 meses en quienes mantuvieron el biológico frente a los 9,8 meses del grupo que no lo hizo.

“Los datos son científicamente importantes y abren nuevas puertas”, ha admitido este experto, que sin embargo duda si las autoridades reguladoras, como la FDA americana o la EMA en Europa, lo considerarán “coste-eficaz” para aumentar esta supervivencia y darán luz verde a esta nueva indicación.

LA CLAVE DE LA RESISTENCIA ESTÁ EN LA QUIMIOTERAPIA

Lo que sí demuestra, ha añadido, es que mantener el antiangiogénico tanto en primera como en segunda línea es “clave para que los pacientes vivan más”, al mismo tiempo que también apunta hacia la quimioterapia como responsable más directo de la primera recaída.

No obstante, el antiangiogénico también acaba provocando resistencia,“aunque no sea a la vez que la quimioterapia”, de ahí que tras estos resultados el siguiente paso sea investigar mejor los mecanismos de resistencia a estas terapias biológicas para tratar de revertirlas, bien combinándola entre sí o administrándolas de forma secuencial.

España ha sido el segundo reclutador de pacientes a nivel mundial para este estudio gracias a la implicación del Grupo de Tumores Digestivos (TTD), aportando 158 pacientes de 39 hospitales españoles. La comunidad con más participación ha sido la Comunidad Valenciana, con 10 centros (Elche, Sagunto, Castellón, Torrevieja, Elda, el General de Alicante, el Doctor Peset, La Fe el Arnau de Vilanova y el General de Valencia), seguida de Madrid (los hospitales de Alcorcón, Fuenlabrada, Clínico San Carlos, Ramón y Cajal, La Princesa, Gregorio Marañón, 12 de Octubre e Infanta Cristina) y Cataluña, con siete (Parc Taulí, Hospitalet, Joan de Reus, Santa Creu i Sant Pau, Josep Trueta, Arnau de Vilanova de Lleida y el General de Catalunya).

También han participado cuatro hospitales andaluces (el Virgen de las Nieves de Granada, el Valme de Sevilla, el Reina Sofía de Córdoba y el Juan Ramón Jiménez de Huelva), dos del País Vasco (Basurto y Donostia) y Aragón (el Miguel Servet y el Lozano Blesa), además del Marqués de Valdecilla de Cantabria, el HUCA de Asturias, el Hospital de Navarra, el Son Llatzer de Baleares, el General Yagüe de Burgos y el Juan Canalejo de Coruña.