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Un paso más en la lucha por “un precio justo” para el agricultor canario

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

Durante las últimas décadas el agricultor canario ha ido perdiendo poder adquisitivo, una situación que se ha visto agravada por la crisis económica, que ha puesto de relieve las carencias de un sector cuya economía se basa principalmente en subvenciones, al no poder cubrir, en la mayoría de los casos, tan siquiera los costes de producción con las ventas.

Al trabajar durante años en una finca ecológica y ser consciente de la situación, Ángel Perera decidió llegar a un acuerdo con la Cooperativa Cosecha Directa y abrir, en la zona de La Minilla de Las Palmas de Gran Canaria, la frutería y zumería Dr. Fruit, donde el agricultor vende de forma casi directa al consumidor, sin pasar por intermediarios, pagándole un “precio justo”.

Perera lamenta que “desgraciadamente, muchos agricultores han abandonado la tierra, porque no les compensa”. El motivo, explica, es que las grandes multinacionales hacen balance de lo que cuesta el kilo en países extranjeros y barajan importar mediante intermediarios los productos que ya se cultivan en las Islas, lo que hace que el productor se vea obligado a vender su cosecha por debajo del coste. “No podemos pretender que el agricultor sea quien siempre pierda y soporte las pérdidas en olas de calor y frío”, puntualiza.

Ante una situación que califica como “grave” y que beneficia a las empresas intermediarias que reciben una subvención por transportar la mercancía, advierte que “si no tomamos medidas el sector tenderá a desaparecer, yo diría que ahora se encuentra casi en quiebra técnica”.

El empresario considera que ha llegado el momento de que el sector agrícola y comercial canario “reaccione” con filosofías como la defendida por Dr. Fruit, que define como una manera de dignificar al colectivo. Se trata, añade, de un nuevo modelo de negocio aplicado a las fruterías tradicionales, en el que se saltan las cadenas de distribución y los periodos de almacenamiento y la maduración en cámaras frigoríficas, promoviendo el denominado “producto de km 0”.

El presidente de la Cooperativa, Antonio Suárez, describe la iniciativa como una apuesta por las tiendas de cercanía modernizadas, en las que el agricultor es partícipe de la cantidad a la que se vende el producto. “Aquí no se pelea por el precio más barato, sino por el más justo. No se puede exprimir al productor”, manifiesta. Perera añade que “si cultivar un tomate cuesta 0,60 céntimos, ellos van a recibir como mínimo ese coste”.

El precio de la organización

Suárez explica que el salto en la cadena de distribución permite que las frutas no salgan más caras de lo que se podrían conseguir en una gran superficie y valora el paso significativo que supone que tanto los pequeños productores como los comerciantes estén dispuestos en sacar el proyecto adelante “codo con codo”.

En este punto, coincide con Perera en la necesidad de organizar a los agricultores canarios para conseguir que la demanda quede cubierta durante todo el año.

Preguntado por el anuncio las patronales, sindicatos y organizaciones agrarias involucradas en el cultivo de tomate en Canarias, que han dado 15 días a los Gobiernos central y canario para que atiendan las reivindicaciones del sector y han amenazado con iniciar una serie de huelgas de hambre, Suárez considera que “todas las luchas son legítimas”, aunque aboga por incrementar el cooperativismo y la organización de las explotaciones para hacer proyectos viables.

Perera afirma durante los pocos días que ha permanecido abierta la tienda se han cubierto las perspectivas e indica que la firma se plantea como una franquicia que “defienda el precio y ayude a conseguir la mejor calidad” de la agricultura canaria.