MADRID, 05 (EUROPA PRESS)
Investigadores del University of Jyväskylä, en Finlandia, han desarrollado un método rompedor para estudiar cómo procesa el cerebro distintos aspectos de la música, como el ritmo, la tonalidad o el timbre (el color del sonido) en una situación real de escucha. Este avance, publicado en 'NeuroImage', ayuda a entender mejor las complejas dinámicas del cerebro y cómo les afecta la música.
A través de imagen por resonancia magnética funcional, este equipo de investigadores dirigido por el doctor Vinoo Alluri, de la University of Jyväskylä, registró la respuestas cerebrales de individuos mientras escuchaban una pieza del moderno tango argentino. Después, utilizando sofisticados algoritmos informáticos, analizaron el contenido musical del tango, mostrando cómo sus componentes rítmicos, tonales y de timbre evolucionan con el tiempo.
Es la primera vez que se lleva a cabo un estudio de estas características utilizando música real, en lugar de estímulos de sonido similares a la música construidos de forma artificial. La comparación de las respuestas del cerebro y las características de la música han revelado muchas cosas interesantes.
Los investigadores descubrieron que escuchar música no sólo implica las áreas del cerebro dedicadas a escuchar, también emplea redes neurales a gran escala. Por ejemplo, han visto que el proceso del ritmo musical requiere áreas motoras del cerebro, lo que respalda al idea de que música y movimiento están íntimamente ligados.
Las áreas límbicas del cerebro, conocidas por estar asociadas a las emociones, están implicadas también en el proceso del ritmo y de la tonalidad. Asimismo, los científicos observaron que el procesamiento del timbre estaba asociado con la activación de la denominada red neuronal por defecto (RND), un conjunto de regiones que podría ser responsable de la actividad que desarrolla la mente mientras está en reposo y que se asocia con la divagación y la creatividad.
Para el profesor Petri Toiviainen, de la University of Jyväskylä, “estos resultados muestran, por primera vez, cómo las diferentes características musicales activan las áreas emocional, motora y creativa del cerebro”. “Creemos que nuestro método proporciona conocimientos más fiables sobre el procesamiento de la música en el cerebro que los métodos convencionales”, concluye.