Santa Cruz de Tenerife lidera con holgura el ranking de municipios con peor incidencia acumulada (IA) de toda Canarias, según expresan los últimos datos publicados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias en GrafCan, que toma como referencia el lugar en el que se han realizado las pruebas PCR que arrojan un resultado positivo por COVID-19. Con 620,95 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, la capital isleña saca ventaja sobre el resto de municipios canarios, y multiplica las cifras de la semana anterior, cuando se alcanzaron los 510 contagiados por cada 100.000 habitantes. Estos datos convertían a la ciudad en el mayor foco de contagios de toda España, título que previsiblemente revalide esta semana.
Asimismo, entra con fuerza en la lista Las Palmas de Gran Canaria, directa al puesto nueve del ranking isleño y con una tendencia al alza, por lo que se espera que en los próximos días, el municipio capitalino siga escalando posiciones. Para este lunes, 5 de julio, se notificó una incidencia acumulada en este término municipal de 138,24 casos por cada 100.000 habitantes, hace una semana eran 83.
El temido podio lo completan Granadilla de Abona (Tenerife), con una incidencia de 446,98 casos, y Tuineje (Fuerteventura), con 339,83 casos. El cuarto puesto lo ocupa La Laguna (Tenerife) con 320,93 casos por cada 100.000 habitantes.
Cinco municipios tinerfeños con una incidencia peor que Las Palmas de Gran Canaria
Según los últimos datos aportados por Sanidad, Santa Cruz de Tenerife (620,95), La Laguna (320,93), Granadilla de Abona (446,98), Arona (140,14) y Adeje (244,75) presentan una incidencia acumulada a 14 días peor que la notificada en la capital de la isla redonda (138,24). Lo que viene a dar buena cuenta de la dispersión de los casos de COVID que ha caracterizado a Tenerife desde el inicio de la pandemia y que contribuye al ascenso a toda mecha de la curva de contagios.
Pocos datos esperanzadores se han reportado en los últimos días para los tinerfeños. De hecho, según el informe epidemiológico que elabora diariamente el Gobierno de Canarias, los indicadores de incidencias a 7 y 14 días en la isla se encuentran en riesgo extremo, mientras que sigue en ascenso el porcentaje de ocupación de camas UCI con pacientes con la enfermedad en estado grave, muchos de ellos jóvenes que no han sido vacunados contra la COVID-19. Fuentes de la Consejería han revelado este lunes que incluso una persona de 30 años se encuentra ahora mismo en cuidados intensivos, intubada por las consecuencias de la enfermedad.
El Consejo de Gobierno decidió endurecer las restricciones hace unas semanas con el objetivo de frenar los contagios, pero poco o nada se ha conseguido. Por un lado, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias echó por tierra las medidas que afectaban al sector de la hostelería, donde se han reportado varios brotes en los últimos días. Siguen disolviéndose numerosas fiestas ilegales con decenas de jóvenes participantes, que no toman ninguna medida para evitar los contagios. El cribado masivo planificado para este fin de semana no contó con la participación esperada, de las 50.000 personas convocadas en los tres municipios isleños con peores datos, solo acudieron 1.730, y de ellos, el 7% descubrió que era positivo en COVID-19. Y la lista sigue.
La única noticia positiva tiene relación con el avance de la campaña de vacunación. Este martes, se anunció el inicio de las inoculaciones a jóvenes de entre 20 y 29 años, grupo etario que está concentrando el mayor número de contagios de la isla. Además de la buena participación en la jornada de vacunación durante 24 horas de este domingo, a la que estaban invitados los mayores de 40 años.
Las Palmas de Gran Canaria lastra los buenos datos del resto de municipios de la isla
La curva de contagios de Gran Canaria se lleva dibujando en claro ascenso desde finales de junio, y es su capital la que está lastrando los buenos resultados del resto de municipios. El último informe epidemiológico es demoledor: de los 411 casos notificados en la última jornada en los 21 municipios isleños, el 55% se localizaron en Las Palmas de Gran Canaria, es decir, 227, lo que viene a configurar un incidencia a 14 días de 138,24 casos por cada 100.000 habitantes.
De hecho, la incidencia de COVID en municipios turísticos como San Bartolomé de Tirajana no llega a los 30 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas. Y el resto de localidades está por debajo de esa cifra, como Santa Lucía de Tirajana, con 18,77 casos o Telde, con 17,51, cifras propias de la nueva normalidad.
La tendencia se presenta, por tanto, al alza, y ya la isla roza el umbral de 50 contagios por cada 100.000 habitantes (49,9 este lunes). Un baremo que utilizan países europeos para recomendar o no el turismo en los territorios.
El Hierro, Fuerteventura y Tenerife, por encima de la media isleña
La incidencia de COVID-19 en Canarias a siete días alcanzó este lunes los 97,7 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra que solo se apuntó en enero de este año, cuando el Archipiélago se encontraba sumergido en su tercera ola de contagios, con Gran Canaria a la cabeza y tras un mes de diciembre terrible para Tenerife.
Son tres las islas que se encuentran por encima de esta media: Tenerife, con 161,3 casos; El Hierro, con 134,6; y Fuerteventura, con 116,9 casos por cada 100.000 habitantes en una semana.
En términos municipales, y como ya se ha explicado anteriormente, Tenerife sube gracias a los malos datos de Santa Cruz de Tenerife, pero también los de La Laguna, Granadilla, Arona y Adeje. Por su parte, en la isla de El Hierro, la segunda menos habitada de todo el Archipiélago tras La Graciosa, la incidencia viene marcada por un brote detectado en Valverde, que sube su IA hasta los 256,46 casos en una semana. Mientras que en Fuerteventura, son dos los municipios que apuntan una incidencia por encima de los 100 casos: Puerto del Rosario (232,01) y Tuineje (121,83).
Intentan hacer contrapeso, Gran Canaria, La Gomera, La Palma y Lanzarote, por debajo de la media del conjunto isleño. Las tres últimas siguen estabilizando sus datos con unos datos propios de la nueva normalidad, muy distinto al panorama que comienza a trazar la isla capitalina, que comienza a poner en peligro su nivel 1 de alerta sanitaria.