El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria renombrará seis calles de la capital en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, ya que aluden a personajes o acontecimientos relacionados con el franquismo. En concreto, a través del Consejo Asesor de Memoria Histórica, el Consistorio ha decidido cambiar el nombre de las vías Jesús Ferrer Jimeno -proximidades de Madera y Corcho-; Calvo Sotelo -entre Obispo Codina y Mendizábal-; Alférez Provisional y Sargento Provisional -en el barrio del Atlántico y Siete Palmas-; Mario César -Guanarteme-; y Juan Saraza Ortiz -Cruz de Piedra-.
Tal como explica el historiador y concejal de Participación Ciudadana, Sergio Millares, desde que entró a la Alcaldía en 2015 el tripartito conformado por PSOE, Las Palmas de Gran Canaria Puede y Nueva Canarias se conformó el Consejo Asesor de Memoria Histórica que trabaja en esta tarea y aunque en un principio se estudiaba el cambio de más de diez vías de la capital, finalmente tan sólo se modificarán los nombres a seis. El resto aún se está estudiando o se ha descartado definitivamente.
El concejal aclara que se ha decidido no cambiar el nombre de las travesías situadas en el barrio de los Tarajales que evocan a batallas de la Guerra Civil ganadas por el bando sublevado, es decir, Batalla del Ebro, Alto de los Leones, Batalla de Belchite, Batalla de Brunete, Batalla de Teruel y Batalla de Balaguer. “Hicimos un listado en el que al principio incluimos las batallas, pero después hemos pensado que en las batallas mueren gente de los dos bandos. En la época del franquismo se destacaron las batallas que ellos ganaron, pero como hay muertos en los dos bandos podemos respetar las batallas pero incluyendo otras que los republicanos también ganaron, como la de Guadalajara o la de Jarama, es una propuesta que podemos hacer”, comenta Millares, quien cree que las batallas se interpretan como un homenaje a la gente muerta durante las guerras. “Podemos no tocarlas siempre y cuando añadamos otras batallas que equilibren el asunto”, recalca.
Por otro lado, sobre las calles Doctor García Castrillo, General Más de Gaminde y María Paz Sanz Tejera, el edil señala que no está tan clara su modificación. Sobre el primero, Millares apunta que fue un médico del que se tiene información contradictoria, mientras que de Más de Gaminde se ha descartado su sustitución porque “no está directamente vinculado a la represión”. Sobre María Paz Sanz Tejera indica que también se está analizando por su vinculación a la Falange. Así mismo, Millares excluye del callejero franquista nombres de personas como el Comandante Ramón Franco, hermano del dictador y que, aunque fue aviador republicano, durante la Guerra Civil cambió de bando. “Hay calles que todavía recuerdan a la época franquista, pero esta es muy amplia, por lo que hemos adoptado el criterio del franquismo puro y duro, más guerracivilista, más asesino. Queremos suprimir los símbolos que más recuerden al franquismo más sanguinario”.
Por el momento la única arteria cuyo nombre se ha modificado en los últimos años es la del General Martínez Anido, próxima a Tomás Morales, que desde 2010 se conoce como Carmen Llopis, pintora y defensora de mujeres maltratadas. “Este es el modelo, quitar personas que no son ejemplo por otras personas que sí lo son”, añade Millares, quien cuenta que ya la criba importante se hizo en el año 1979 y ahora sólo quedan algunas reminiscencias en la capital grancanaria.
Sobre los futuros nombres, desde el Ayuntamiento afirman que hay muchas personas pendientes de asignarles calles acumulados desde el año 2008.
Juan Rejón - La Carretera, para este 2017
En cuanto al cambio de la calle Juan Rejón, que aunque tras celebrarse la consulta popular iba a nombrarse La Carretera finalmente mantendrá su nombre y se le añadirá un “antigua La Carretera”, el concejal comenta que este mes de marzo se va a llevar esta fórmula mixta al Consejo Municipal de Cultura, donde tras aprobarse se elevará al pleno del Ayuntamiento.
Millares espera que para este 2017 el nombre de La Carretera luzca junto al nombre de Juan Rejón. En esa misma votación celebrada en La Isleta a finales de 2015 los vecinos también la optaron por ampliar la rosaleda alrededor del Castillo de La Luz en el hueco dejado por la carabela, una obra que todavía no se ha ejecutado y que el edil admite que va a tardar “un poco más de lo que se pensaba” ya que esperaba que estuvieran realizándose los trabajos desde principios de este año, pero proyecta que se hará también a lo largo de 2017 dentro del Plan de Cooperación del Cabildo de Gran Canaria.