Unas 300 personas aproximadamente han acudido en Las Palmas de Gran Canaria a la llamada marcha por la dignidad de este 27 de mayo, que se ha desarrollado en todo el Estado de forma conjunta para reivindicar derechos.
La movilización, que comenzaba en el Parque San Telmo a las 11.00 horas, finalizó a las 12.30 horas frente a la sede del Gobierno de Canarias, en el Plaza Doctor Rafael O'Shanahan. El discurso que cerró el acto se centró en reclamar la unidad de todas las luchas en Canarias para defender “unas condiciones de vida dignas, nuestro trabajo, nuestras pensiones, nuestra sanidad y educación, nuestra tierra y nuestro paisaje, nuestro bienestar y el de nuestros hijos y nietos”.
“En Canarias tenemos más motivos que nadie, unamos todas las luchas, juntemos todas las fuerzas para defendernos, para recuperar la iniciativa y cambiar definitivamente las cosas”.
“Necesitamos una gestión del territorio que genere empleo, porque no se justifica que hayan quince millones de turistas y siga aumentando el paro en Canarias. Antes teníamos ocho millones de turistas y solo noventa mil parados y ahora tenemos quince millones de turistas y 300.000 parados. ¿Dónde está que el turismo que genera riqueza para los canarios? Debemos reivindicar la dignidad en nuestro territorio y por eso estamos aquí”, destacó el portavoz de la Plataforma Canarias por un Territorio Sostenible, Eugenio Reyes.
Además de este colectivo, a la marcha acudieron la Plataforma por la Defensa de las Pensiones Públicas, la Plataforma Sanitaria Hospital Negrín; UGT, Intersindical Canaria (IC), Cobas o CCOO; partidos como Podemos, Izquierda Unida (IU) y el PCPC; o diferentes colectivos como Greenpeace, la Red de Solidaridad Popular de Jinámar o o ATTAC Canarias.
En una marcha escoltada por la policía local y los bomberos, cerraba una trama-guagua de Podemos, donde, de forma similar al tramabús de la formación morada que recorre la península, pero más rústico, aparecían los rostros del exalcalde de La Laguna, Miguel Zerolo, el ex ministro de Industria, josé Manuel Soria, o el empresario Miguel Ángel Ramírez, señalados como corruptos.
Varias caras conocidas de la formación morada, como la secretaria de Plurinacionalidad y Diversidad Territorial, Meri Pita, la portavoz parlamentaria, Noemí Santana, el candidato a la Secretaría General Regional, Juan Márquez, o el concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, estuvieron presentes durante la cita.
“Esta marcha por la dignidad es la expresión popular en contra de las políticas de desigualdad que venimos sufriendo desde la mal llamada crisis de 2008” afirmó Pita, quien reivindicó, más allá del número de personas que acudieron, la importancia de que “se sigan produciendo” este tipo de movilizaciones.
Pita incidió en que su grupo llevará a los tribunales la Ley de Suelo si se aprueba “tal y como está” porque “supone un golpe de estado a Canarias” ya que “ponen todo nuestro territorio en venta”.
En este sentido, consignas como “Escucha, Clavijo, Canarias no es tu cortijo” ponían el foco durante toda la marcha en los derechos sociales y laborales y en la defensa del territorio, que los colectivos participantes consideran amenazado por la especulación desde la puesta en marcha del proyecto estrella del presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo: la Ley del Suelo.
El alto desempleo en Canarias, sobre todo en la población joven, también produjo cánticos como “joven y parado, terrorismo de Estado”. “No somos extraños, somos compañeros, si nos unimos, ganamos los obreros”; “ni un paso atrás, esta lucha la vamos a ganar”; o clásicos como “pueblo unido jamás será vencido” fueron algunos de las frases que pudieron escucharse.
Todos coincidían en la necesidad de la unión y la movilización “como una herramienta imprescindible en la lucha obrera”, según Carmelo Ramírez, secretario general del Partido Comunista de los Pueblos de España, quien agrega que “esta marcha es uno de tantos intentos que se están dando para volver a recuperar la movilización social como un arma de la clase obrera para defender sus derechos y organizar el ataque contra el capital”.
La falta de respuesta institucional ante “la situación de catástrofe”, según Pepe Molina (Izquierda Unida) que “ha puesto en jaque los derechos conquistados por la ciudadanía la sociedad civil durante muchos años”, afirma Noemí Santana, ha atentado contra la “dignidad de las personas”, explica Manuel Rodríguez (Red de Solidaridad Popular de Jinámar).
Sin embargo, también coincidieron en la baja afluencia de asistentes en la marcha de la dignidad en la ciudad capitalina. “La afluencia a las movilizaciones en Gran Canaria va en caída libre”, dijo Blas Padilla (Plataforma por la Defensa de las Pensiones Públicas) quien no culpó a los que no asisten, sino precisamente a los que mantienen una lucha activa, porque “no hacemos el trabajo correcto para crear conciencia en los trabajadores y, sobre todo, en los estudiantes. Tenemos que acudir a las facultades para crear conciencia”.
Otros, como Molina, creen que se debe a que las personas “viven tan precarizadas que a veces no les queda tiempo para pensar más allá de cómo solucionar el día a día”.
La “manipulación desde los grandes medios de comunicación”, según Rodríguez, o “el supuesto cambio” que iba a “conseguir resolver los problemas de la clase obrera desde las instituciones”, supuso el fin “del movimiento que se desarrollaba en 2012”, según Ramírez, quien, pese a ello, cree que si se siguen produciendo “una suma de movilizaciones de este tipo se creará un aumento de la confianza de la clase obrera para crear condicionantes que empujen hacia la lucha”.
En esta línea, Reyes anunció que la marcha por la dignidad de este 27 de mayo es “el inicio de un verano calentito”. El portavoz de la Plataforma Canarias por un Territorio Sostenible manifestó que el Día de Canarias se movilizarán de nuevo “para reivindicar que otra Canarias es posible” y llamó a “que cada uno sume en su barrio a su vecino, a su hermana o a su padre” porque “necesitamos un pueblo activo que transforme esta realidad”.