BARCELONA, 28 (EUROPA PRESS)
La Asociación en Defensa de los Derechos del Animal (Adda) aseguró hoy que la “matanza cruel y estresante” prevista en la ciudad de Barcelona para eliminar físicamente unas 65.000 palomas de la ciudad no reducirá la superpoblación existente, ya que el método es “contraproducente” y a medio plazo provocará el repunte de las poblaciones de esta especie.
La presidenta de Adda, Carmen Méndez, pese a reconocer que la población de palomas en la ciudad debe “equilibrarse”, solicitó la paralización del concurso público convocado para buscar una empresa que se haga cargo de las captura y eliminación de la especie, a la que se pagará unos 120.000 euros por año y medio de trabajos, al tiempo que solicitó la instauración de otro tipo de medidas.
Entre ellas, destacó la posibilidad de construir palomares artificiales, una medida instaurada en ciudades como Basilea (Suiza) y París (Francia), y que permite controlar la puesta de huevos de las palomas después de fidelizarlas en un lugar concreto, donde anidan.
Este método concentra las deposiciones y la suciedad que originan las aves, según Adda, y en algunos casos permitió la reducción de poblaciones a la mitad. Barcelona ya aprobó el año pasado la construcción de un palomar artificial, aunque su ubicación está todavía pendiente de resolución.
El informe presentado hoy por Adda, de 13 páginas, será remitido a la delegada de Salud del Ayuntamiento, Isabel Ribas, y a la quinta teniente de alcalde de Medio Ambiente, Imma Mayol, y parte de la base que ya en 1998 el Consejo Plenario del Ayuntamiento aprobó una declaración para la convivencia y los derechos de los animales en la que se pedía que la duración de su vida fuera respetada “de acuerdo a su biología”, así como tener en cuenta “alternativas que regulen la natalidad y supervivencia” de dichos animales en el caso que presenten una densidad elevada.
Asimismo, un estudio citado por los animalistas, realizado en 2009 por el Museo de Ciencias Naturales de la ciudad y financiado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) --quien convoca el concurso público--, reconocía que pese a la eliminación de 15.000 palomas al año, su población creció. Por ello, señalaba la “baja efectividad” de la eliminación física e indicaba que la alternativa más adecuada era el control de los “recursos limitantes”, es decir limitar lugares de nidificación y puntos de alimentación.
El último censo de palomas --'Columba livia'-- de Barcelona, datado en 2006, calculaba en 256.000 el número de ejemplares que viven en la ciudad, cuando quince años antes la población era de unas 184.000. La ASPB califica de “plaga” la expansión actual de la especie, y justifica el concurso en la suciedad, enfermedades y desperfectos que originan las aves.
Los animalistas se amparan en que las matanzas acumuladas de la especie en Barcelona, desde 1983, arrojan un resultado de más de 450.000 ejemplares eliminados y, a pesar de ello, las poblaciones han crecido ininterrumpidamente. A su juicio, este hecho constata que apostar por la captura y la muerte es “malgastar” recursos públicos --en la última convocatoria, la muerte de cada pájaro costará 1,81 euros--.
Entre las medidas “alternativas” propuestas, Adda pide la construcción de palomares --uno de ellos ubicado en Plaza Catalunya--. así como la creación de la figura del “alimentador” y la limitación de puestos para dar de comer a las aves, lo que supondría la regulación de una de las principales causas de expansión de palomas.