El pan es uno de los alimentos más importantes de nuestra alimentación basada en la Dieta Mediterránea. No obstante, existe la falsa creencia de que el pan está relacionado con el aumento de peso, a pesar de que apenas contiene grasa y de que aporta nutrientes esenciales para la salud.
Este aspecto es analizado en el estudio Influencia del consumo de pan en el estado ponderal: revisión sistemática, realizado por Lluis Serra Majem e Inmaculada Bautista Castaño, del Grupo de Investigación en Nutrición de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Lluis Serra es, además de Catedrático y Director del mencionado Grupo, Presidente de la Fundación Dieta Mediterránea y Presidente de la Academia Española de Nutrición. Según sus conclusiones, no existe ningún fundamento científico para excluir o reducir el pan de la alimentación habitual, ni en personas delgadas ni en aquellas que sufren sobrepeso u obesidad.
A través de una rigurosa revisión sistemática, los autores han llevado a cabo un análisis de aquellos artículos y publicaciones en los que se ha examinado la relación que existe entre el consumo del pan y el peso de los individuos. El objetivo era aportar datos científicos que demuestren que el pan no tiene relación directa con la obesidad y el sobrepeso, de forma que se reduzca el importante número de personas que eliminan el pan de su dieta para intentar perder peso.
Los resultados obtenidos en el estudio han demostrado que una dieta rica en pan, sobre todo en el caso del integral, favorece una disminución de peso, circunferencia de cintura o IMC (Índice de Masa Corporal); o no tiene influencia en estas variables. Por ello, se insiste en la importancia de que tanto el pan como los cereales formen parte de la dieta habitual de la población tanto sana como con exceso de peso, ya que cumplen un papel muy importante para garantizar la salud.
Para la elección de los artículos susceptibles de análisis, se llevaron a cabo diversas estrategias de búsqueda tanto en revistas científicas como en la llamada literatura gris. A la hora de aplicarlas se han establecido acotaciones por fecha de publicación, limitando la búsqueda a los últimos 30 años, e idioma: español o inglés. Para las publicaciones en revistas científicas se buscó en MEDLINE (1950-2008) e Índice Médico Español (IME) (1970-2008). Para la literatura gris se rastrearon las páginas Web de diversas instituciones y la Cochrane Plus Library.
Tras el proceso de búsqueda, se recuperaron un total de 92 artículos publicados entre 1978 y febrero de 2008, seleccionando posteriormente aquellos que se acercaran más al objeto de estudio y a la evidencia científica. En concreto, se eliminaron 54 referencias por tratarse de revisiones, artículos de repaso y opinión, por estar ya publicadas con un título diferente, por no relacionar la ingesta de pan con el IMC o por analizar poblaciones enfermas. Finalmente, 38 artículos fueron consideraros como válidos para su lectura completa.
Estos 38 artículos fueron distribuidos en tres grupos: 21 artículos de diseño transversal, en los que se llevó a cabo la medición del consumo de pan y el grado de sobrepeso en un mismo momento; 12 artículos de diseño longitudinal, en los que se investigó la influencia de este alimento a lo largo de un determinado período de tiempo; y 5 de intervención dietética, que realizaron un análisis específico en dietas para perder peso.
Los 21 estudios transversales encontraron patrones de consumo de pan que, o bien no influían en el peso, o bien se asociaban a menores medidas de adiposidad. En sólo dos de ellos se señala que el pan presenta un mayor riesgo de obesidad general y distribución abdominal, lo que supone que el 95% de este tipo de estudios demostró que el consumo de este alimento no contribuye al aumento de peso.
En lo que respecta a los estudios longitudinales, no se obtuvo ningún resultado desfavorable en relación al pan integral. Concretamente, en dos se registró un resultado positivo en ambos tipos de pan y en el caso del integral, en cuatro. En dos de ellos no se encontró influencia alguna y en cuatro se obtuvo un resultado desfavorable en el caso del pan blanco, lo que representa tan sólo un 33% de los artículos realizados con este diseño.
Los resultados negativos obtenidos en la ingesta de pan blanco, según explica el Dr. Serra Majem, “no son estadísticamente significativos, ya que sólo se han hallado en 1 de cada 10 artículos. Hay que tener en cuenta, además, que en estos casos han podido influir otros factores, como por ejemplo un estilo de vida sedentario o el consumo de otros alimentos que sí favorecen el aumento de la adiposidad”, señala el autor. “Lo que si es realmente relevante y concluyente que en el 90 % de los estudios o bien no se encuentra relación o bien el consumo de pan presenta un papel beneficioso en relación con la obesidad”, añade el Profesor Serra.
Por último, la ingesta de pan en dietas para perder peso se analizó en cinco estudios de intervención. En todos ellos se comprobó que la incorporación de este alimento a la dieta va asociada a una disminución de peso o no influye en el mismo, lo que reafirma los resultados obtenidos en las anteriores investigaciones.
La campaña Pan Cada Día
La elaboración del estudio Influencia del consumo de pan en el estado ponderal: una revisión sistemática es una de las iniciativas enmarcadas dentro de la Campaña Pan Cada Día, una acción promovida por prácticamente todo el sector del pan español, a través de la interprofesional Incerhpan, y cuyo objetivo es frenar e invertir el descenso en el consumo de pan detectado en los últimos años.
Uno de los objetivos más importantes de la Campaña es fomentar la investigación científica que promueva y/o consolide la evidencia existente sobre el consumo de pan y sus beneficios en la nutrición y en la salud de la población, en el marco de nuestra Dieta Mediterránea.
Desde Pan Cada Día se reivindican los beneficios para la salud y las propiedades nutricionales de un producto que ha acompañado al hombre a lo largo de toda su historia, y se recuerda que el pan es un alimento básico en nuestra dieta y una fuente importante de hidratos de carbono, fibra, vitaminas del grupo B y minerales.