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El 29% de la población canaria está en riesgo de exclusión social, la cifra más alta de España

Canarias lidera la tasa de personas en exclusión social.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

El 29% de la población canaria se encuentra en riesgo de exclusión social. Es decir, más de 600.000 personas. Se trata de la cifra más alta de España, por encima de Extremadura (23%) o Islas Baleares (21,5%). Además, es la única comunidad donde creció esta tasa y donde esta situación tiene un carácter más económico que en el resto de España. Así se desprende del VIII informe Foessa, presentado este jueves en Gran Canaria por Cáritas Diocesana.

“Canarias presenta un grado de desigualdad multidimensional relativamente muy reducido cuando en realidad sus niveles de tanto severa como moderada, se encuentran entre los más elevados de España”, destaca el informe.

Un 15,7% de estas personas se encuentran en situación de exclusión severa, mientras que un 13,3% están en exclusión moderada. Además, el 59,6% de las personas que sufren exclusión, se hallan en una situación de pobreza monetaria. A la inversa, el 17,7% de la población que no está en situación de exclusión social, “es pobre desde el punto de vista monetario”.

En Canarias se dibuja así un panorama mucho más negativo que en el resto del país. De hecho, la tasa global de exclusión (29,1%) se sitúa diez puntos por encima del conjunto de España (18,4%). La exclusión severa (15,7%) casi llega a duplicar la del conjunto nacional (8,8%). Por su parte, el índice de población con una integración precaria sí que es similar (33,2% en España frente al 30,8% en las Islas), mientras que el porcentaje de población integrada sí que vuelve a ser inferior (48,4% en toda España y 40,1% en nuestra comunidad).

La situación de exclusión empeora con los años

Según este informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en Canarias, los cambios que han tenido lugar en las islas “resultan ambivalentes” ya que se ha producido un importante aumento en el porcentaje de población que se haya en situación de integración plena (el año 2013 era de un 26,1% y ahora es del 40,1%). Sin embargo, este dato positivo contrasta con el hecho de que el espacio social de la exclusión no se ha reducido y ha pasado del 28,5% al 29,1%.

Otro dato alarmante es que las personas que viven en exclusión social con mayor gravedad han triplicado su peso poblacional, que ha pasado de ser el 2,6% de la población a constituir el 8,6% en 2018. Todo ello “podría apuntar al riesgo de cronificación” de estas situaciones, destaca el estudio.

Precisamente, quienes se encuentran en situación de exclusión social son las personas que en mayor medida consideran que han experimentado “un importante deterioro en sus condiciones de vida desde el inicio de la crisis”. Un 62,4% de ellas considera que su estado ha “empeorado” y un 35,2% cree que ha “empeorado mucho”.

Del estudio se desprenden datos preocupantes, como el hecho de que se trata de una de las comunidades donde existen más viviendas inseguras (tenencia en precario, amenaza de expulsión de la vivienda, situaciones de maltrato) o inadecuadas (deficiencias constructivas, falta de suministros, hacinamiento, barreras arquitectónicas), con una tasa del 13%, solo superada por Aragón, Madrid y Cataluña.

Algo más del 23% de la población canaria se ha visto obligada a reducir los gastos de suministro de la vivienda (electricidad, agua y gas) o a hacer frente a gastos de teléfono, televisión o internet.

El 42,1% de los hogares en exclusión, sustentados por una persona que trabaja

No solo la vivienda genera desigualdad, también lo hace el empleo y la salud. Los casos más llamativos son los de las personas que residen en hogares con al menos una persona desempleada y que no ha recibido formación ocupacional en el último año (un 22% de los canarios). Además, preocupan los hogares en los que que tienen a todas las personas activas en paro (9,4% de la población) y el porcentaje de hogares sin personas ocupadas ni perceptoras de de prestaciones contributivas (9,2%).

No obstante, el hecho de que haya personas en el hogar trabajando no exime de que pueda darse de un hogar en riesgo de exclusión. De hecho, el 42.1% de los hogares en esta situación en las Islas están sustentados por una persona ocupada en el mercado laboral. Es lo que el informe define como “exclusión activa”.

En referencia a la salud, el 5,9% de la población presenta alguna limitación de su autonomía funcional. En cuanto a los apoyos a estas personas el 52,9% de ellas no recibe ningún tipo de ayuda y otra parte no requiere de ningún tipo de apoyo adicional a los que ya tiene.

Mujeres menores de 30, riesgo de exclusión más elevado

Los hogares que registran tasas de exclusión más elevadas son aquellos cuya persona sustentadora tiene menos de 30 años y es mujer (31,2%). También un porcentaje elevado carece de estudios completos (41,8%) o es de nacionalidad de un país extracomunitario (67,3%).

La prevalencia más elevada de las situaciones de exclusión (75,3%) corresponde, en cualquier caso, a hogares sustentados por una persona que busca empleo. “Las tasas de exclusión son más elevadas en hogares en situación de pobreza, pero la exclusión no es una experiencia desconocida entre quienes no experimentan pobreza económica”.

Los hogares con menores y jóvenes siguen siendo los grupos donde se acumulan los mayores porcentajes de población en situaciones de exclusión. De hecho, en Canarias, las familias numerosas (51,2%) y las monoparentales (50,6%) siguen siendo los grupos más expuestos a la exclusión.

El actual Gobierno de Canarias trabaja para desarrollar una renta básica ciudadana de 600 euros al mes. La consejera de Derechos Sociales y Diversidad, Noemí Santana, ha llegado a asegurar que llegará el próximo año en primer lugar a aquellas familias que no perciben ningún ingreso.

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