Las redes delictivas de tráfico de personas han movilizado en los últimos diez años un volumen de negocio que puede ascender hasta los 2.000 millones de euros. El coste del viaje a Europa que han de pagar los inmigrantes ilegales oscila entre los 500 euros -en el 35% de los casos- a los 3.000 euros, en el 26% de los supuestos.
Estos son algunos de los datos más significativos de una encuesta realizada en Senegal y Marruecos a través del proyecto europeo Infomigra que lidera la Generalitat Valenciana y que fue hecha pública este martes por el conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, con motivo de un seminario celebrado en Valencia.
Al acto asistieron los cónsules de Marruecos, Grecia e Italia, Amar El Mars, Francisco Javier Ramón Pecharromán y Leonardo Carbone, respectivamente, así como el secretario autonómico de Cohesión Territorial, Relaciones con el Estado y con la Unión Europea, Rafael Ripoll, la secretaria autonómica de Inmigración y Ciudadanía, Gotzone Mora y el director general de Inmigración, Josep Maria Felip.
El estudio realizado en Senegal ha sido realizado por uno de los socios del Consell para llevar a cabo el proyecto Infomigra-Cruz Roja Española-. El informe recoge que la familia de quien emigra, en su mayoría, tiene una situación económica pobre, con carencias y con necesidades básicas. En este sentido, deposita en el inmigrante la responsabilidad y la esperanza de mejorar la situación económica y socialmente por ser el referente que puede elevar el estatus de la familia.
Así, el documento revela que el 90% de los ciudadanos senegaleses considera la emigración como la solución a sus problemas. Del mismo modo, los familiares de las personas que emigran tienen una opinión positiva del proceso migratorio para escapar de la falta de medios y acceso a recursos y servicios. Así, más de la mitad de los entrevistados tiene familiares viviendo en el extranjero.
La situación en Marruecos, otro país objeto del proyecto, no es bien distinta. El estudio realizado junto con la Asociación Valenciana de Ayuda al Refugiado señala que en la actualidad hay unos 15.000 emigrantes subsaharianos en las principales ciudades marroquíes pendientes de continuar su emigración a Europa.
También en este país norteafricano, cuyas principales causas de la emigración son la pobreza extrema, el analfabetismo, el paro, la economía sumergida y el éxodo rural, la emigración irregular de uno de los miembros de la familia es cada vez más un proyecto familiar en el que todos contribuyen como una inversión de futuro, tanto en origen como en destino.
El estudio desvela además que el 73% de los subsaharianos tiene la intención de continuar su viaje a Europa, un 11% regresar a su país de origen y apenas un 2% permanecer en Marruecos.
En el acto, Rafael Blasco declaró que “acabar con el drama de la inmigración irregular, de los cayucos, es una responsabilidad de todos”. “Por ello -prosiguió-, el proyecto que lideramos nos sitúa a la vanguardia de las políticas migratorias y nos permitirá informar en los países de acogida y de origen, sobre los peligros de la inmigración ilegal y sobre la realidad social, económica y laboral en los países europeos y las posibilidades y oportunidades de una emigración legal”.
Las conclusiones de este estudio, que está avalado y apoyado por la Unión Europea, han llevado a la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía a impulsar campañas de información en África, en concreto, en Senegal y Marruecos, para desalentar la inmigración irregular.
Para ello, la Generalitat y los socios de este proyecto contarán con la administración local de los países de origen. Estas campañas se divulgarán en los medios de comunicación pero tendrán especial protagonismo en las denominadas redes informales como la familia, las amistades, las comunidades o las escuelas.
Proyecto europeo
En la elaboración de los estudios han participado entidades especializadas en la atención y la formación de la población inmigrante que llega a Europa. En concreto, el proyecto cuenta diversos socios, dos entidades italianas (Centro Studi e Formazione Vila Montesca y Agenfor Lombardia) una griega (Georama-Patras) así como, otras cinco entidades españolas (Cruz Roja Española; Federación Valenciana de Municipios y Provincias; Euroconsumo; Asociación Valenciana de Ayuda al Refugiado y la Fundación Comunidad Valenciana - Región Europea).
Los dos países africanos en los que se ha centrado son Marruecos y Senegal, porque en la actualidad, Italia, Grecia y España son receptores de un gran número de inmigrantes procedentes del norte de África y de otros países africanos, que utilizan a Marruecos y Senegal como plataformas de salida para la migración hacia Europa.
El proyecto ha finalizado una primera fase en la que se ha estudiado, por una parte, la situación de la inmigración marroquí y senegalesa que se encuentra emigrada en los tres países comunitarios asociados en el Proyecto: España, Grecia e Italia; y, por otra parte, las motivaciones, las vías de salida, las rutas, las condiciones, etcétera que tienen las personas inmigrantes antes de la migración, así como la información y la valoración de sus familiares y amigos acerca de esas migraciones, en los dos países terceros que son objetivo del Proyecto Infomigra: Marruecos y Senegal.
En la actualidad, en la Comunitat viven 66.886 marroquíes distribuidos entre Alicante (30.395); Valencia (19.742) y Castellón (16.749). Procedentes de Senegal, hay un total de 4.507; 2.628 en Valencia; 1.699 en Alicante y 180 en Castellón.