Etiazul, la productora protagonista del mayor fraude en las audiencias de la historia reciente de la televisión en España, ha regresado a la parrilla de Televisión Canaria. Lo hizo este miércoles con el programa Con el timple a cuestas, dedicado a la etnografía, el folclore y las tradiciones canarias de la mano del prestigioso timplista Benito Cabrera. Y lo ha vuelto a hacer con extraños comportamientos en las audiencias. Si en esta ocasión no ha habido registros llamativos en el share (alcanzó un 4,5 de media) sí ha llamado la atención el grupo de edad predominante que vio el programa en la franja horaria en la que fue colocado, las 22.20, en prime time. El 28% de la audiencia que vio Con el timple a cuestas tenía entre 4 y 12 años, según el informe realizado por la consultora Dos 30’. A ese grupo etario siguió muy de cerca el de los jóvenes de entre 13 y 24 años, que coparon el 14,4% de la audiencia que siguió este programa folclórico. En total, el espacio fue visto mayoritariamente en un 43% por espectadores de entre 4 y 24 años. Otros programas del mismo corte, como Noche de Taifas, no alcanzan jamás ni el 1% de audiencia infantil y juvenil. La última entrega de este clásico de TVC se saldó con un 0,1% de espectadores entre 4 y 12 años y un 0,9 de entre 13 y 24.
La cadena pública canaria retiró de la parrilla de programación los dos espacios que Etiazul mantuvo hasta el final de la pasada temporada televisiva (Confesiones y Aquí la tele), pero ha incluido esta producción en esta nueva temporada porque empezó a grabarse antes de que se confirmara la implicación de esa productora en el fraude de las audiencias por ser la única que resultó beneficiada por el comportamiento anómalo de dos audímetros que fueron retirados expeditivamente por Kantar Media, la auditora encargada de las mediciones de audiencia en España.
La manipulación venía dada, según las informaciones que han trascendido, a través de al menos dos audímetros, uno en cada una de las provincias canarias, cuyos panelistas introducían el máximo de invitados posibles (ocho) justo y exclusivamente en el momento en el que comenzaba a emitirse alguno de los programas de Etiazul. Según las investigaciones que realizó Televisión Canaria, luego corroboradas por Kantar Media y por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), la manipulación de las audiencias para los programas de Etiazul se venía produciendo por este método desde que la productora comenzó a trabajar para TVC, en 2019.
Gracias a este sistema de dopaje, ahora desarticulado por iniciativa de Kantar Media, propietaria de los audímetros, las audiencias de los programas de Etiazul experimentaban un incremento que en ocasiones llegó a ser del triple de su audiencia real y en la mayoría de los casos superando los dos dígitos de share. Eso animaba a la dirección de la cadena a colocar esos espacios en horarios ventajosos en la errónea creencia de que tenían una audiencia que mejoraría los datos globales de TVC.
En la entrega de este miércoles de Con el timple a cuestas se registró una influencia del 15% de la variable invitados, lo cual es considerado dentro de lo normal. La audiencia media fue del 4,5, sensiblemente inferior al 10,2 que alcanzó el programa emitido anteriormente, Una hora menos, y por debajo en una décima del siguiente, Las Noches de Miller, un programa musical presentado por Olga Cerpa.