La Intifada saharaui, el movimiento de protesta pacífico iniciado en el antiguo Sáhara español desde hace un año por parte de la población de la ex colonia contra la administración marroquí, está íntimamente ligada al constante goteo de inmigrantes irregulares, que cruzan en patera desde el territorio que reivindica desde los campo de refugiados de Tinduf (Argelia) la República Árabe Saharaui Democrática hasta las costas canarias.
Las denuncias, tanto de activistas saharauis de derechos humanos dentro del Sáhara, como del Frente Polisario en el exilio del desierto argelino, apuntan a la connivencia del Reino de Marruecos con las mafias de pateras, para forzar a los jóvenes más comprometidos con la protesta en las ciudades de “los territorios ocupados” a arriesgarse a cruzar el charco para evitar las detenciones prolongadas en las cárceles.
Prueba de ello fue la llegada, en octubre pasado, de una patera a Lanzarote con saharauis que portaban banderas del Frente Polisario y que intentaron pedir asilo político nada pisar territorio español. O la serie de denuncias que ha venido publicando este diario, transmitidas por fuentes de los activistas saharauis de derechos humanos.
En el caso de los naufragios del fin de semana, que al menos han costado la muerte a diez personas, las fuentes saharauis informan que, según testigos presenciales, una de las pateras que volcó en aguas de Bojador fue embestida por una patrullera marroquí, aunque otras indican que su naufragio se produjo por sí sola.
Activisas saharauis de derechos humanos recuerdan “la incitación y el laborioso trabajo que las mafias están realizando para expulsar a los jóvenes manifestantes saharauis que cada día se intensifica”.
Indican que “los mismos gendarmes y agentes de las Fuerzas Auxiliares marroquíes que montan guardias en las costas del Aaiún, Bojador, Tarfaya, Tan Tan y Sidi Ifni, están ayudando a las pateras a zarpar hacia el océano”, y que “esto ocurre siempre y cuando las pateras no transporten a inmigrantes subsaharianos y con la condición de que se entreguen las listas de jóvenes saharauis que han dejado el territorio en las oficinas del Pachá del Aaiún”.