La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, Sareb, ha anunciado la paralización del desahucio de las 12 familias de la comunidad de La Ilusión, en el municipio grancanario de Telde, hasta encontrar una solución con el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de la localidad. El Sindicato de Inquilinos de Gran Canaria ha solicitado que se haga una sesión en uso del edificio por parte del Ejecutivo regional y que se les conceda un alquiler social; que la propia administración compre el inmueble y lo mantenga con ese arrendamiento o, como último remedio, que se realoje a las familias. El objetivo es que ninguna de las 36 personas se vea en la calle.
El director de responsabilidad social corporativa de la sociedad, Gaspar González, anunció que ya ha mantenido conversaciones con la alcaldesa del municipio de Telde, Carmen Hernández, y con la directora del Instituto Canario de la Vivienda, Pino de León, para reunirse en esta semana. González no quiso atreverse a decir cuál puede ser la solución que se tome entre las partes, pero sí dejó claro que no se puede habitar un edificio sin el certificado final de obra.
La comunidad de La Ilusión nació en junio de 2017. En un encuentro del Sindicato de Inquilinos de Gran Canaria celebrado en San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria, el propietario el edificio, que había sido embargado, ofreció las llaves del inmueble a estas 12 familias con la condición de que lo cuidaran y lo convirtieran en su hogar. A partir de ese día estas personas comenzaron a escribir una nueva historia.
El pasado 30 de noviembre una piedra se tropezó en su camino. Un señor, acompañado de la Policía, llegó al edificio para entregarles una notificación que se remitía a los “ocupantes de la vivienda”. Con la ayuda del Sindicato de Inquilinos el pasado lunes enviaron unos escritos al Juzgado Mercantil Nº2 de Las Palmas de Gran Canaria para identificarse y explicar en calidad de qué se encuentran en el edificio.
El portavoz del sindicato Ruymán Rodríguez, señala que para las familias es un alivio saber esta noticia “es como si le hubieran quitado un bloque de 20 de la espalda”, pero no se fían hasta que no vean nada por escrito. Rodríguez considera que el sufrimiento que han pasado ha sido totalmente “innecesario”, ya que podían haberse informado bien de la situación y llegar a un acuerdo antes de dar esta orden de lanzamiento.
A la espera de que se busque una solución y de que les notifique mediante un escrito la paralización del desahucio, las familias reconocen encontrarse “mejor que hace 15 días”, pero pendientes a las próximas novedades. “Es un alivio, pero no nos fiamos”, aseguran.