La presión hospitalaria por pacientes COVID va cayendo con el paso de los días y esto ha tenido como consecuencia que Canarias se libere por completo del riesgo extremo en los indicadores de capacidad asistencial (situación en UCI y planta). Gran Canaria era la única isla que mantenía el color marrón (propio del nivel de riesgo muy alto) en una de las casillas de este bloque, concretamente, el de ocupación de camas disponibles en planta por personas con la enfermedad. No obstante, sigue siendo la isla con mayor presión en los complejos hospitalarios.
Su tasa de ocupación en UCI por pacientes con COVID sigue por encima del 21,5%, por lo que se mantiene en riesgo alto y así se seguirá hasta que baje del 15%. En planta, tras ajustar este lunes la Consejería de Sanidad el dato de altas médicas, sí es más visible la mejoría, ya que actualmente hay un 14,44% de ingresados por la infección. La pasada semana ese mismo dato estaba por encima del 17%, lo que encadenaba a este parámetro a estar en riesgo extremo, una situación que, sin embargo, mantienen sus incidencias.
Los datos de transmisibilidad de la isla siguen sin bajar lo suficiente para cambiar sus colores. La incidencia acumulada a 14 días (IA14) de Gran Canaria es de 629,79 casos/100.000 habitantes, mejor que la de hace unos días pero todavía a más de 100 puntos de bajar a riesgo alto. Su IA7 sí que está a un paso de pasar del marrón al rojo, pues se encuentra en 266,85 casos/100.000 personas, a poco más de 15 puntos de mejorar su situación de riesgo.
La isla redonda no tiene tan clara su bajada de nivel, como sí pasa con Tenerife, que ya saborea el nivel 3 (que con la última decisión del Gobierno regional pasaría a disfrutar de las medidas del antiguo 2, antes de los cambios de la semana pasada).
La tasa de ocupación en las UCI de la isla del Teide ha bajado de tal manera, registrando actualmente un 18,99%, que solo está a apenas cuatro puntos de estar en riesgo medio, donde, precisamente, está su ocupación en planta (9,77%).
Además, Tenerife y Lanzarote son las únicas islas del Archipiélago canario que tienen su incidencia en riesgo alto y no extremo, y podrían ser las primeras que pisen el riesgo medio en su IA7.
La evolución tan favorable que anotan estas dos islas tanto en el bloque de transmisibilidad como en el de capacidad asistencial hace casi obligada su bajada de nivel esta semana.