Sobrevivir al golpe de dos crisis económicas sin ayudas por la burocracia

Cruz Roja en Canarias distribuye cerca de un millón de kilos de alimentos. (Foto Cruz Roja).

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Tiene 59 años, se encuentra desempleado y vive en una casa que heredó de sus padres en Las Palmas de Gran Canaria. “Gracias a que no tengo que pagar un alquiler, si no, no sé cómo podría sobrevivir”, afirma Miguel Ángel Cazorla, una de las personas que sobreviven sin ingresos ni ayudas económicas en Canarias.  Según el último informe de la Red Europea de Lucha contra la pobreza, el 35% de la población canaria (unas 773.053 personas), se encontraba ya en riesgo de pobreza y/o exclusión social antes de la pandemia, una situación que se ha acrecentado en los últimos meses. El Ingreso Mínimo Vital (IMV) llega como una de las principales herramientas de protección social para las personas con menos recursos, pero la falta de personal y los problemas burocráticos siguen generando retrasos en su resolución y abono. En las Islas sólo ha llegado a 5.863  familias de momento y uno de los problemas que presenta es que tiene en cuenta las rentas del año anterior.

El Gobierno canario, un mes antes del anuncio de esta importante prestación, aprobó el Ingreso Canario de Emergencia (ICE), con una cuantía que oscilaba entre 367 y 487 euros. La ayuda ha llegado a 16.000 familias que en las próximas semanas recibirán un segundo pago. Sin embargo, pese a que este ingreso permitía llegar a colectivos que no pueden recibir protección por el IMV, entre ellos personas que no tenían cuenta bancaria, hay unas 1.300 personas que no han podido recibir el pago precisamente por esta cuestión. Desde la Consejería de Derechos Sociales del Gobierno canario siguen a la espera de firmar un convenio en el que se había avanzado con una entidad bancaria para facilitar a estas personas unas tarjetas prepago. Sin embargo, la burocracia ha enquistado este convenio. 

Miguel Ángel Cazorla (nos ha permitido publicar su nombre, pero ha preferido no ser fotografiado) explica que cuando solicitó este ingreso canario en el mes de abril no disponía entonces de cuenta bancaria, pero en los últimos meses ha podido tramitar una cuenta de pago básica para poder ser beneficiario del Ingreso Mínimo Vital. Siempre se ha dedicado al mundo de la cultura y el espectáculo, en especial a las funciones con marionetas y los papahuevos articulados en las fiestas populares y eventos de animación tanto públicos como privados. Desde 2008 le ha golpeado muy duro la crisis económica y no ha conseguido estabilizar su situación. Ahora, con una pandemia de por medio y la suspensión de las grandes celebraciones para evitar contagios, los pequeños trabajos que podían salirle ya no llegan tampoco. Le preocupa además que no dispone del mínimo de 15 años de cotización y sobre el retraso en el Ingreso Canario de Emergencia para estas personas señala sostiene que  “podrían abonar el pago a través de un cheque”. 

Otras vías ante el retraso del IMV

Ante los retrasos del Ingreso Mínimo Vital, el Ejecutivo regional ha incrementado el número de beneficiarios de la PCI durante los últimos meses hasta alcanzar las 8.184 familias, frente a las 5.000 que se beneficiaban en agosto del año anterior. Además, ha realizado recientes modificaciones en el decreto que la regula para que las familias que han solicitado la PCI o tenían que renovarla no tengan que esperar a la resolución del IMV. También las que cobren actualmente la prestación canaria y estén esperando por el ingreso estatal, no tendrán que devolver la cuantía abonada por el Gobierno de Canarias cuando reciban la aprobación del IMV. 

No obstante, la Prestación Canaria de Inserción sólo puede cobrarse durante 24 meses y en casos excepcionales ser ampliada a seis meses. Desde el 1 de enero de este año las familias con menores a cargo que cumplan los requisitos y de forma también excepcional podrán continuar cobrando esta ayuda sin duración determinada. Se trata de una situación a la que ya se han acogido 453 familias (1.400 beneficiarios y 784 menores). Sin embargo, de esta prestación tampoco puede beneficiarse Miguel Ángel Cazorla, que ya se acogió a esta ayuda en los años 2011-2012 y no tiene hijos a cargo. La mejor cobertura a personas que se encuentran en una situación similar es el Ingreso Mínimo Vital, pero los retrasos en su tramitación persisten de momento, lo que aboca a muchas personas a subsistir gracias a las redes de amigos y de familiares o a entidades sociales y ayudas para alimentación de los ayuntamientos, también colapsados ante la demanda de atención social. 

En toda España, según el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, hay 9,7 millones de personas en riesgo de sufrirla y los datos no han mejorado desde que se desatara la anterior crisis económica. Entre 2008 y 2019, el total de la población ha perdido una capacidad real de consumo equivalente a 646 euros, es decir, del 6%. En Canarias, la tercera comunidad con peores datos en este informe, un 28% de los residentes se encuentran al borde de la pobreza o exclusión. Son personas que viven con menos de 641 euros al mes. 

Otro dato destacable es que el 53,7% de la población canaria tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes, principalmente acentuada en las personas con mayor vulnerabilidad social. Los datos demuestran además que la pobreza y el paro son estructurales en Canarias ya que desde la crisis de 2008 apenas se ha disminuido esta situación. La viceconsejera de Derechos Sociales, Gemma Martínez, insistió en este hecho esta semana y aseguró que el Gobierno regional no podrá cambiar el modelo, pero sí sentar las bases para revertir las cifras de pobreza en las Islas. 

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