El principal patrimonio subterráneo de la Isla está desamparado. El Grupo de Espeleología de Canarias Uestayaide, fundado en 2005, ha iniciado una campaña de recogida de firmas y de apoyo para la inclusión del tubo volcánico del Malpaís de la Corona en el listado de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La iniciativa se ha puesto en marcha en redes sociales ante la falta de respuesta de las instituciones insulares para aplicar las medidas de protección oportunas, según los promotores de la campaña.
El espeleólogo Alexandre Pérez Perdomo, miembro del club, explica que la finalidad es que el Gobierno de Canarias apueste por que “este elemento patrimonial subterráneo se declare patrimonio material”. Otro objetivo es que el club encuentre el respaldo necesario para concluir y editar la publicación de la Historia de la Espeleología en Lanzarote.
La iniciativa fue aprobada en pleno el pasado mes de junio por unanimidad en el Cabildo de Lanzarote, ante una propuesta presentada por el grupo Podemos a instancias del Club de Espeleología de Canarias. La intención es que “esta publicación pueda incluir los orígenes de la espeleología, los primeros registros gráficos de las cavidades de la Isla, las galerías de agua, los clubes de espeleología de Lanzarote, en definitiva, un recurso didáctico y cultural para todas aquellas personas que quieran introducirse en el mundo de la espeleología”, explica el escrito que consiguió el respaldo unánime del pleno de la Corporación insular y sobre el que Alenxandre Pérez Perdomo se pregunta para qué ha servido.
Este espeleólogo recuerda que llevan años luchando para la afiliación de las grutas lanzaroteñas a la Asociación Española de Cuevas Turísticas. Esto supondría recibir asesoramiento científico, apoyo para publicaciones y divulgación de los valores naturales del patrimonio subterráneo de la Isla a cambio de una cuota anual, como ya hace la Cueva del Viento en Tenerife o la de Nerja. Significaría también la puesta en valor de monumentos naturales como la Cueva de los Naturalistas, en el subsuelo de La Geria, y de otras cavidades naturales desconocidas.
Alexandre considera que las instituciones públicas de la Isla “optan por gastarse el dinero en promoción turística y no escuchar a los espeleólogos”. “Pedimos que pongan en valor lo que aún no se ha puesto de la Cueva de los Verdes y nos faciliten la información solicitada para que nos ayuden, apoyen y patrocinen, si hace falta, la publicación de la Historia de la Espeleología de Lanzarote”, señala.
Reprocha también el espeleólogo que el Cabildo de Lanzarote mantenga la Cueva de los Lagos abierta al público a pesar de haber solicitado en numerosas ocasiones su cierre. “Creemos necesario que los políticos hagan caso a la participación ciudadana. No solo es la Cueva de los Siete Lagos la que requiere atención, aunque creemos que no debería ser la piscina subterránea de Lanzarote, por lo que proponemos medidas de protección”, enfatiza Alexandre Pérez, quien muestra su indignación al relatar cómo los excursionistas que visitan la cueva dejan numerosos enseres y desechos en la cavidad, además de presentar diversas pintadas. El club ha convocado un encuentro a fin de proceder a su limpieza en una próxima campaña.
También quieren llevar a cabo la captación de socios para la asociación lanzaroteña, que actualmente cuenta con una treintena de asociados, al tiempo que buscan fomentar la práctica de la espeleología de forma asociativa y responsable con medidas de protección, evitando así la sobrecarga turística que están sufriendo las cuevas.
Otras acciones que lleva a cabo esta asociación son un plan anual de actividades científicas, donde se engloba la ansiada publicación de la Historia de la Espeleología y la última campaña para proponer que el tubo volcánico sea reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. También organiza actividades deportivas, tales como la limpieza del barranco de la Fuente de las Nieves o de los pozos de las Salinas.
En la actualidad, el catálogo de la revista Vulcania recoge más de 70 cuevas en la Isla, según comenta Alexandre, y destaca que el Cabildo de Lanzarote se comprometió a proteger de forma efectiva, y “establecer medidas” o “reforzar las existentes para garantizar el uso racional de este patrimonio subterráneo”.
Este reportaje ha sido publicado en Diario de Lanzarote.
Los espeleólogos llevan varias décadas ya de lucha para proteger el patrimonio subterráneo de la Isla y la situación, aparentemente, no ha cambiado demasiado. En 1991, Ángel Jesús Bonilla Lemes, miembro del Grupo de Espeleología Benisahare, dirigió un escrito al Cabildo de Lanzarote para alertar sobre los peligros de derrumbe que, ya entonces, “amenazaban la integridad física de la Cueva de Los Naturalistas”, conocida también como Cueva de Las Palomas, en el subsuelo del paisaje protegido de La Geria.
Los espeleólogos, que estaban realizando un catálogo topográfico de las cavidades de la Isla, señalaron el deterioro que sufría el interior, y que era ocasionado por el paso de vehículos por la carretera que discurre entre las localidades de Masdache y La Vegueta, por lo que se sugirió el desvío de esta vía en el tramo que está situado por encima de la cueva. También advertían que las excursiones estaban dañando el espacio y que se habían perdido “un 75% de los estafilitos”. Las normas de conservación del Monumento Natural siguen en fase de avance desde 2003.