Una treintena de inmigrantes procedentes de Africa y de América Latina concluyeron este lunes su formación en el taller de empleo Agronatura en Guía, en Gran Canaria, donde han aprendido agricultura ecológica para intentar acceder al mercado laboral e integrarse en la sociedad española.
Veintiuna mujeres y nueve hombres naturales de Marruecos, Mauritania, Togo, Liberia, Etiopía y también de Chile, Ecuador, Colombia y Cuba, entre otros países, han participado durante un año en este proyecto gestionado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y subvencionado con 542.890 euros por el Fondo Social Europeo y el Servicio Canario de Empleo (SCE).
El presidente de CEAR, Ignacio Díaz de Aguilar, destacó en el acto de clausura que este tipo de programas “permiten la integración y la convivencia”, al tiempo que ayudan a generar riqueza en el país, algo que considera “más importante que la obsesión a veces por el control de fronteras”.
A su juicio, “se está focalizando mucho la inmigración en los cayucos, mientras que éstas son iniciativas más relevantes porque al final lo que importa no es cómo gestionar la llegada de 10.000 personas, sino cómo integrar a los tres millones que están” en el territorio nacional.
“La inmigración es una fuerza que aumenta la riqueza y cubre huecos que la población española está abandonando como es la agricultura y que a la larga puede producir un daño en el país y eso pasa también en Canarias”, apostilló Díaz, que apostó por formar a extranjeros para trabajar en esta tarea.
Por su parte, la directora del SCE, Soledad Monzón, subrayó el objetivo de este taller para inmigrantes regularizados para “fomentar su integración real, no sólo en el mercado laboral mediante una especialidad con bastantes salidas profesionales, sino también en la sociedad”.
Mientras que el alcalde de Guía, Fernando Bañolas, afirmó que “es un deber de todos luchar contra cualquier fenómeno de discriminación” y resaltó, a su vez, que “la población canaria es muy receptiva, pero hay que limar los miedos”.
“Demostramos poco a poco que otro mundo es posible”, indicó la directora del taller, Beatriz Santana, quien apuntó que los participantes han aprendido español, habilidades sociales, alfabetización informática y manipulación de productos fitosanitarios, entre otras actividades, con la colaboración de Radio Ecca.
Tras recibir el certificado de CEAR, la mayoría de los participantes continuarán en las islas, mientras que otros buscarán trabajo en la Península o regresarán a sus países de origen para poner en práctica lo aprendido, como es el caso de Ibrahim Ould Dick, de Mauritania, que lleva cuatro años en el archipiélago.
“Todos hemos notado gran respeto durante el desarrollo del curso”, afirmó, y destacó la convivencia entre todos y que, pese a la “diversidad de nacionalidades y lenguas, no se han notado diferencias”.
También Aischa Zafati, de Marruecos y madre de familia numerosa, quiere retornar a su tierra tras esta “experiencia positiva” en su vida.