La cepa británica, o variante B.1.1.7 del coronavirus, ha penetrado en Canarias y ya representa en torno al 40% de los contagios, según las fuentes consultadas. El dato en el Archipiélago se asemeja a lo visto en el resto del país, con autonomías como Cataluña o Asturias con un alto porcentaje de circulación, 76,1 y 64,3% respectivamente, y explicaría la explosión de infecciones que se detectó en Lanzarote a principio de año.
El Ministerio de Sanidad publicó el 4 de marzo un informe sobre la expansión de la variante B.1.1.7, denominada como cepa británica, que está asociada a una mayor transmisibilidad en Reino Unido, Irlanda, Israel y otros países. Los estudios sobre esta variante aún son escasos. Pero todo apunta, como señala esta investigación publicada por la revista Science, que esta cepa es mucho más contagiosa (aún está por concluir, también, si más letal).
El documento elaborado por Sanidad y el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias aporta datos de todas las comunidades autónomas menos Canarias, Extremadura y Ceuta. Según el texto, con cifras del 22 al 28 de febrero, la variante B.1.1.7 protagoniza más del 50% de los diagnósticos en Andalucía, Asturias, Baleares, Navarra, Galicia, Cataluña y Navarra. El crecimiento es exponencial, sobre todo en las dos últimas. Pero de Canarias, por el momento, no podemos hacer el mismo análisis.
La información sobre esta cepa en las Islas, acorde a lo publicado por la Consejería de Sanidad del Gobierno autonómico, se resume en varias notas de prensa y una declaración del consejero Blas Trujillo. El 26 de enero de 2021 el Gobierno regional informaba de que el servicio de Microbiología del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria y el área de Genómica del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) habían detectado 49 muestras de la cepa británica. Trujillo, por su parte, afirmó el 23 de febrero que el Archipiélago localizó 159 casos de esta naturaleza, entre las 821 examinadas desde el 18 de enero al 22 de febrero. Y ahora, con la incidencia del coronavirus estabilizada en la comunidad, se estima que la variante B.1.1.7 figura en un 40% de las infecciones.
España y Canarias ya son conscientes de que esta es la nueva realidad de la pandemia. Fernando Simón avisó el 18 febrero de que la variante británica circulaba “ampliamente” por el país. Una de las hipótesis donde se sitúa el estallido de esta cepa es en Lanzarote. La isla más oriental del Archipiélago, junto con La Graciosa, sufrió una ola de contagios a principio de año que colapsó el hospital isleño y provocó que el Ejecutivo autonómico aplicara duras medidas de protección durante más de un mes. “Esta mutación del virus ha venido para quedarse”, agregan las fuentes consultadas.
A pesar de su irrupción, la variante británica no implica un aumento de la incidencia del coronavirus per se. Los datos demuestran que las restricciones aplicadas en Reino Unido, donde el porcentaje de penetración de esta cepa alcanzó el 76,6% del total entre el 5 y el 11 de enero, según el Servicio de Salud Pública (NHS, en sus siglas en inglés), han terminado por doblegar la curva. En Estados Unidos, según una información publicada por The New York Times con datos del laboratorio Helix, las detecciones de la variante británica han crecido exponencialmente mientras la curva de infecciones totales ha caído. Y otro ejemplo: Dinamarca ha mantenido a raya la propagación del virus aun detectando la variante B.1.1.7 en un 75,9% de los casos en la última semana de febrero.
“Las observaciones realizadas hasta el momento en España y otros países indican que las medidas de prevención y control de la enfermedad son eficaces y logran reducir las tasas de incidencia a pesar de la generalización de esta variante”, explica el Ministerio de Sanidad.
Para conocer su impacto, Canarias ha secuenciado cerca de 1.300 pruebas de coronavirus hasta entonces. El Archipiélago cuenta con el potencial y los recursos para secuenciar entre 800 y 900 muestras de genoma a la semana en busca de las variantes del coronavirus (de las regiones con mayor músculo en toda España para ello). No obstante, la práctica aún no se ha acelerado, y la secuenciación se ha centrado principalmente en Tenerife, Lanzarote y algunos casos de La Palma. Se espera que en los próximos días se extienda al resto de la comunidad. Así, Canarias prevé analizar un porcentaje representativo de contagios de cada isla para conocer el avance de la variante B.1.1.7.
Sobre si esta cepa escapa o no a la vacuna, el Ministerio de Sanidad recuerda el ejemplo de Israel, donde predomina la variante británica (más del 80% de las variantes circulantes) y la efectividad de los pinchazos ha sido de un 94% para la enfermedad sintomática, 87% para la hospitalización y 92% para enfermedad grave. Además, “los ensayos en fase 3 de la vacuna Novavax, llevados a cabo en Reino Unido, encontraron una eficacia del 95% frente a la variante original y un 89,5% frente a la nueva variante”, agrega Sanidad.
Las otras variantes
Hasta la fecha de publicación del informe (5 de marzo), España ha detectado 54 casos de la variante B.1.351, o cepa sudafricana, de los cuales se han confirmado 18 por secuenciación. Se trata de un caso esporádico y 6 brotes, uno de ellos relacionado con un viaje a Tanzania. Esta cepa, aún a falta de más estudios, está asociada a una mayor capacidad de transmisión y una reducción de la efectividad vacunal de la dosis de Oxford y AstraZeneca, según este estudio preliminar.
La variante brasileña (P.1), de similares características, está asociada a dos casos aislados y tres brotes en España, uno de ellos registrado en el Hospital Dr. Negrín de Las Palmas de Gran Canaria con nueve casos confirmados.