Después de la tormenta llega la calma, al menos por ahora. El volcán palmero amanece este martes menos explosivo, así lo asegura el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) en sus redes sociales, acompañando su apreciación con un vídeo grabado a las 11.00 horas (hora canaria) desde Tacande. En las imágenes se puede comprobar cómo la columna de cenizas se ha reducido considerablemente, aunque se mantiene la expulsión de piroclastos desde la boca eruptiva.
Se trata de una imagen muy distinta a la que se tuvo entre el domingo y el lunes, cuando la erupción se tornó más violenta, al punto de provocar dos derrumbes considerables en el cono principal y desbordamientos de lava que, por suerte, discurren en estos momentos por la colada primigenia, la que ha dado forma a la fajana, y la colada que se ubica más al norte de la montaña de Todoque, la que los expertos conocen como la número cuatro.
Los cambios en el ritmo del volcán son imprevisibles. No obstante, se ha comprobado en estas seis semanas de erupción cómo se van sucediendo episodios más explosivos a otros más efusivos, de unos más violentos a otros más calmados.
Así las cosas, la red geodésica de estaciones instalada en La Palma ha detectado una elevación de más de 10 centímetros en las últimas 24 horas, y una deformación hacia el sur en la estación más próxima a los centros eruptivos del volcán, informó el Instituto Geográfico Nacional (IGN). En cambio, en las estaciones más alejadas se mantiene una ligera deflación posiblemente relacionada con la sismicidad profunda, anota el IGN. La amplitud de la señal de tremor volcánico se mantiene en niveles medios altos, con pulsos de intensificación.
Estos datos, junto a la nube de dispersión de dióxido de azufre (SO2), que alcanza los 2.000 metros de altura a las 8.00 horas de este martes, alertan de que la erupción sigue activa. Lo tiene claro el vulcanólogo del CSIC Vicente Soler, que advirtió que la crisis volcánica “no terminará mañana”.
El volcán sigue muy activo, ha dicho Soler, quien ha comentando que el desplome de parte del cráter del volcán que se produjo durante la tarde del domingo fue “espectacular”.
También se ha referido a la sismicidad en profundidad, que durante la pasada noche ha sido inferior a la de días anteriores, y ha señalado que hay “altibajos” en este aspecto.
Ha destacado que la elevada tasa diaria de emisión de dióxido de azufre, por encima de 5.000 toneladas, es algo que se debe tener muy en cuenta, ya que el hecho de que sea tan alto significa que hay gran cantidad de magma empujando en la parte somera del volcán. Ha explicado Vicente Soler que el dióxido de azufre procede de la desgasificación más somera del magma.
En cuanto al tremor, que el domingo tuvo un “subidón”, ha indicado sigue en aumento con respecto al de los quince días anteriores. El tremor es “sencillamente” la vibración que produce el magma al subir desde los 2 o 3 kilómetros en los que se almacenó antes de la erupción, hasta que rompió, es decir, es el ruido del conducto de alimentación de la erupción.
El vulcanólogo del CSIC ha señalado que el magma tiene en el volcán de La Palma el “campo abierto” y le preocupa el hecho de que haya sismos fuertes con la erupción en marcha, porque eso quiere decir que algo no logra contactar del todo con la erupción.