El coworking urbano de Arrecife, Lanzarote que se anunciaba como alojamiento en Airbnb era en realidad una antigua tienda de muebles en cuyo interior se habían colocado casetas de campaña y que se dedicaba a la actividad turística sin autorización, según ha comprobado la Policía Local.
El caso de este peculiar alojamiento se ha conocido por la denuncia de un cliente, que se sintió estafado con lo que se encontró al llegar y difundió a los medios de comunicación fotos y vídeos del campamento que alberga en su interior, así como de los carteles en los que el dueño pedía no contar nada a los vecinos.
En un comunicado, el alcalde de Arrecife, Yonatahn de León (PP), explica que la Policía Local ya lo ha visitado, ha levantado acta de lo que ha visto y va a dar cuenta a la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, por posible infracción de la legislación.
“En las diligencias realizadas por la Policía Local se hace constar la existencia de múltiples casetas de campaña -en las imágenes tomadas por el cliente que puso la denuncia se cuentan una veintena-, baños y aseos compartidos, y su probable utilización como establecimiento alojativo”, detalla el Ayuntamiento.
La normativa turística en Canarias determina que todo establecimiento dedicado a la actividad turística requiere de una autorización previa, además de cumplir unas exigencias y características determinadas, recuerda el Consistorio.
Sin embargo, ese local no exhibía ni aportó a los agentes sus correspondientes placas y número de autorización.
“Arrecife y Lanzarote están entre los destinos preferidos por los turistas nacionales y extranjeros y disponemos de una gran oferta alojativa reglada y de calidad. No deseamos ni queremos que este tipo de 'actividad turística' esté en nuestra ciudad. Trabajamos para un mejor tipo de turismo que cuando llegue a la isla se encuentre con el producto alojativo que ha contratado y planificado”, añade el alcalde