El grancanario J.F.G., de 34 años, buceador profesional y conocido como el Aquaman del tráfico ha sido detenido recientemente en Brasil, informa el medio R7, cuando se disponía a fijar hasta 200 kilos de cocaína en un barco que navegaría con destino a Europa desde el Puerto de Santos, en São Paulo, el principal puerto del país y de Latinoamérica.
El buzo era buscado en 190 países por la Interpol, al ser una pieza clave para el tráfico de drogas intercontinental. Según explica R7, las organizaciones criminales solicitaban sus servicios, por los que llegaban a pagar hasta 350 mil dólares, que consistían en recibir los cargamentos que llegaban a los puertos de Brasil por vía aérea o terrestre y, durante la noche, trasladar la droga a las profundidades del mar, para luego soldarla al casco de las embarcaciones, al puro estilo de la popular serie de Netflix Narcos.
El plan fracasó esta vez y reveló el esquema multimillonario de transporte de drogas internacional, concluye R7.