Tiempo: actual. Lugar: cualquiera.
Rubén (José Manuel Trujillo) es un actor y guionista con más ganas de triunfar que éxitos palpables en su carrera. Quiere conseguir el papel de su vida y se cuela en la casa de Noia Galán (Yanely Hernández), la actriz del momento, premio Óscar incluido, y con quien mantiene una afortunada relación cercana a la amistad.
Su objetivo es convencer de su talento al productor de cine Alberto Tomasso (Gustavo Mendoza), quien, a su vez, acude al domicilio para contratar los servicios de la versión insular de Angelina Jolie.
Cuando el productor llega a la sencilla vivienda, se encuentra sin actriz, pero con un candidato a actor que hará lo posible por enrolarse en la industria cinematográfica. Entre ellos, se entabla una conversación y, de repente, aparece ella, brillante y diva en sociedad, mujer normal en casa.
A partir de ahí se desarrolla Para Noia, una historia de enredos y coherencia argumental, carcajadas y momentos para pensar en el ser humano, llena de caos y orden. Las reglas usuales del teatro se lanzan al aire y, allí donde caen, se aplican con un azar estudiado, algo que, si bien se utiliza en la gran pantalla, se torna en novedad tras el telón y, más aún, en Canarias.
De fondo, una crítica social: cómo devienen las relaciones interpersonales, en muchas ocasiones fundamentadas en una expectativa creada a partir de la mentira y abocadas, irremediablemente, al fracaso.
Del otro lado, están presentes la honestidad, la vida de los personajes públicos y su privacidad; momentos para la reflexión, sin olvidar que estamos ante una comedia.
“Hasta la parte seria es comedia”, dice Dani Rodríguez, director de Para Noia, una obra de casi 90 minutos de duración y que “tiene humor inteligente, tiene humor fácil, tiene humor visual, tiene enredo y tiene absurdo”.
Es una pieza de acción, donde según Yanely Hernández, “entramos y salimos del tiempo y del espacio dramático”. Se inicia con unos personajes que van cambiando dentro de sus propios roles y acaban transformándose totalmente.
Noia es el hilo conductor, pero Rubén es quien desata el argumento hasta que ella entra en escena. Quiere triunfar sin atender a las consecuencias. Es simple y no piensa demasiado, aunque es buena persona, un rasgo que ha permitido a Trujillo meterse en su piel.
Con una escenografía a lo Misterioso asesinato en Manhattan (Woody Allen, 1993), los tres actores tratarán de romper la barrera con el público y les hablarán directamente, haciéndoles participar de la historia.
Para Noia estará en el Teatro Hespérides de Santa María de Guía el 9 y 10 de mayo a las 20:30 horas, esperando cerrar actuaciones en otros municipios como Telde, Las Palmas de Gran Canaria o Santa Lucía de Tirajana. La entrada cuesta 10 euros.