Después de una cadena de acontecimientos en la que cada día se ha ido complicando lo del anterior, el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, compareció este jueves en una rueda de prensa en la que anunció, entre otras medidas frente a la crisis del sector vitivinícola, que Bodegas Insulares de Tenerife Sociedad Anónima (Bitsa) –empresa mixta participada mayoritariamente por la institución insular– comprará a los productores el remanente de 800.000 kilos de uva, dado que, sostuvo, la situación actual está vinculada al exceso de uva y vino en las bodegas, así como a problemas de comercialización.
Acompañado por el consejero insular de Agricultura, representantes de los consejos reguladores, Asaga y hasta el alcalde de Tegueste, en un intento de escenificar una imagen de unidad del sector, Alonso inició su intervención calificando de “lamentable” la compra de vino peninsular. Después, despacharía con rotundidad las cuestiones más incómodas. ¿Mantiene su confianza en José Joaquín Bethencourt? “Sí”. ¿Es cierto, como ha dicho Avibo, que Bodegas Insulares autorizó al consejero delegado a que adquiriese vino de cualquier procedencia? “Es falso”. ¿Se va a comprar más vino foráneo? “Hace tiempo que hemos dicho que no”.
En similares términos descartó la posibilidad de que, detrás de lo ocurrido, haya una estrategia política para debilitar al consejero de Agricultura, que en las últimas semanas había ganado enteros como posible candidato de Coalición Canaria a la Alcaldía de La Laguna. No obstante, rechazó manifestarse sobre si Bitsa envasó vino peninsular sin mezclar, tal como afirmó este martes en sede parlamentaria el consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, Juan Ramón Hernández. “Quiero hablar hoy de lo que queremos hacer para resolver el problema que tiene el sector”, señaló al ser preguntado a ese respecto.
En cuanto a la batería de medidas planteadas para solucionar la crisis, a la compra de la uva sobrante se une una acción para la mejora de la comercialización del vino con denominación de origen y la convocatoria de la Mesa del Vino para tratar la unificación sectorial. “Es un camino que no es fácil y que ya se ha intentado en otras ocasiones”, argumentó el político nacionalista, que agregó que “el que se quiera excluir que se excluya”. Además, se pondrá en marcha una campaña de potenciación de los guachinches para darle salida al vino a granel y existe interés del Cabildo en crear la Denominación de Origen Tenerife –“un nombre potente”–, con lo que cada bodega podría utilizar esa marca, la de su zona o la Islas Canarias.
“Lo que he oído de la mayor parte del sector es que sigue siendo necesario que el Cabildo continúe en Bodegas Insulares”, indicó Alonso sobre la permanencia de la institución en el accionariado de Bitsa. En otro sentido, el presidente insular también tuvo palabras para el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), encargado de las inspecciones en las bodegas: “Hemos solicitado reiteradamente al ICCA que lo que dice en la prensa nos lo diga formalmente y que no esté en una dinámica que no beneficia al sector vitivinícola”.