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Las dudas que deberá aclarar la comisión de investigación del concierto de Juan Luis Guerra

Carlos Sosa

Santa Cruz de Tenerife —

Una comisión de información reservada que comenzará sus trabajos este mismo lunes en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife será la encargada de aclarar los aspectos administrativos presuntamente irregulares detectados en el expediente de contratación por la modalidad de “negociado sin publicidad” del cantante dominicano Juan Luis Guerra y de la banda cubana Orishas, que actuaron en el pasado Carnaval de Santa Cruz de Tenerife por un precio superior a 501.000 euros. La comisión será presidida por un alto funcionario municipal con la categoría de habilitado nacional, probablemente el oficial mayor de la Corporación, que citará a todos los funcionarios y funcionarias, así como a cualquier cargo público que pudiera haber tenido relación con el expediente administrativo. Del resultado de esa información reservada se derivarán las decisiones oportunas, ha dicho una fuente autorizada del Ayuntamiento, entre ellas la posibilidad de enviar las pesquisas al Ministerio Fiscal en el caso de que en las conclusiones se viertan indicio de delito.

Los aspectos clave que abordará esta comisión de investigación administrativa son los siguientes:

1.- Dos pliegos y un sobreprecio de más de 88.000 euros. Según el expediente de contratación del concierto conjunto de Juan Luis Guerra y su banda 4:40 y de la formación cubana Orishas, celebrado el 9 de marzo de 2019 en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, el Ayuntamiento de la ciudad, en manos de Coalición Canaria, desembolsó un sobreprecio de más de 88.000 euros. Si en el pliego de contratación con el que se inició en el expediente figuraba una cantidad de 339.000 euros por el concierto del cantante dominicano, en un segundo pliego que sorpresivamente aporta ahora el exgerente del Organismo Autónomo Fiestas y Actividades Recreativas, esa cantidad se eleva a más de 427.000. El precio abonado por el concierto de Orishas aparece inalterable en ambos pliegos, más de 73.000 euros, el doble de lo que costó su concierto varios meses después en el sur de Tenerife.

La exconcejala de Fiestas, Gladys de León, de Coalición Canaria, ha reducido todas estas irregularidades a un mero “error humano”.

En total, la ciudad pagó por ese concierto la cantidad de 501.000 euros tan solo por el coste de los cachés artísticos, los billetes de avión, los hoteles y los seguros, porque los gastos de producción (escenario, luz, sonido, traslados internos y atenciones) se abonaron por cuenta del organismo público en las partidas generales de gastos del Carnaval.

Solo en “coordinación artística”, es decir, por la intermediación del presunto exclusivista que ofrece la fecha al Ayuntamiento y la negocia con la oficina del artista, el consistorio desembolsó la cantidad de 60.000 euros, IGIC aparte. Se trata de una cantidad infrecuente en el mercado porque ese exclusivista no ha tenido que ocuparse de ninguna otra tarea que no fuera la de colocar al artista y a su banda en la isla el día de la actuación.

Dependiendo del lugar de donde partiera, podría justificarse o no el precio pagado por los billetes de avión, más de 62.000 euros, a razón de 1.800 por persona si es correcto el dato de que hubo que transportar a un total de 34 personas del equipo del cantante dominicano.

2.- ¿Por qué se dispara el caché de Juan Luis Guerra? Hay que partir de la base de que los cachés de los grandes artistas, tanto nacionales como internacionales, varían en función de diversos factores. No es lo mismo contratar a una figura como Juan Luis Guerra cuando se encuentra en plena gira que cuando se le requiere para una fecha concreta, como es el caso del Carnaval chicharrero. Cuando un artista o una banda están de gira, en cada país existe generalmente un manager que tiene compradas las fechas y, por lo tanto, la exclusividad para ofrecerlo a las salas u organismos que puedan estar interesados, o en su caso, producir directamente la gira nacional.

En el caso del concierto de Juan Luis Guerra y su banda en el Carnaval de Tenerife de 2019, se trataba de una fecha expresa que interesaba a las autoridades locales por situarse a tan solo 76 días de las elecciones municipales. El gobierno local de Coalición Canaria, coaligado al Partido Popular, estaba interesado en ofrecer ése concierto de modo gratuito a la ciudadanía y aceptó la oferta que le pusieron sobre la mesa. Lo que ahora hay que dilucidar exactamente es quién le ofreció esa actuación, es decir, quién era el exclusivista que decía tener la reserva de esa fecha concreta para que el Ayuntamiento tuviera que pasar necesariamente por sus condiciones.

3.- ¿Quién fue el exclusivista? Esta es una de las grandes dudas que arroja el expediente de la contratación de Juan Luis Guerra. El 13 de febrero pasado, a menos de un mes del concierto, los periódicos de Editorial Prensa Ibérica en Canarias (La Provincia y el desaparecido La Opinión de Tenerife) publicaban que “tras meses de negociaciones, finalmente se ha conseguido y se ha firmado el contrato. El consistorio, en colaboración con Radio Club Tenerife-Cadena Ser, han confirmado este miércoles, 13 de febrero, la actuación”. Y en el expediente administrativo, efectivamente, consta inicialmente la cadena de Prisa Radio como adjudicataria del contrato a firmar con el Ayuntamiento.

Al menos así era hasta el 6 de febrero. Sin embargo, desde ese día hasta el 14 del mismo mes se desencadenan una sucesión frenética de acontecimientos que desembocan en la aparición de otro firmante al que teóricamente se abonaron los dos pagos pactados, el bailarín cubano Alfredo Moré Silva, residente en Tenerife.

Moré es un pequeño productor que representa artistas de mucho menor entidad y resonancia mundial que Juan Luis Guerra, pero concita la confianza del Ayuntamiento para un contrato de más de medio millón de euros gracias a una carta de aval de la directora general de Prisa Radio en Canarias, Lourdes Santana, que asegura en ese escrito haberle contratado artistas en su cartera en diversas ocasiones.

Pero en un correo electrónico incorporado al expediente, un funcionario informa a la superioridad de que Alfredo Moré no figura “como persona existente en la base de datos de este Ayuntamiento”, es decir, jamás había contratado con el consistorio anteriormente. Ese correo electrónico tiene fecha 14 de febrero de 2019, justo el día en el que la Administración firma el contrato con él y le transfiere los primeros 250.000 euros como anticipo al pago total de la contratación.

O las informaciones de Prensa Ibérica fueron erróneas o entre el 13 y el 14 de febrero se produjeron cambios sustanciales en la contratación sustituyendo a Radio Club Tenerife por Alfredo Moré. Eso sí, con un incremento de 88.000 euros en el precio. No consta que Prisa Radio haya firmado contrato alguno para producir este concierto, aunque sí haya contratado otros espectáculos en el Carnaval y participado activamente en su promoción.

Prisa Radio en Canarias ha informado a su audiencia a través de sus emisoras de que su papel en ese polémico concierto se limitó exclusivamente a la divulgación publicitaria. En el pliego de contratación aparecen dos partidas bajo el epígrafe de “campaña”, que debe entenderse como publicidad: 7.000 euros para el concierto de Juan Luis Guerra y 5.700 para el de Orishas, en total, 12.700 euros. De momento se desconoce cuál fue la distribución de esas partidas.