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Ciudad viva y animada

Ahora que acabamos de dejar atrás las fiestas navideñas, que darán paso casi sin solución de continuidad a los Carnavales, estamos en condiciones de hacer un balance de lo que han sido estas últimas semanas. Un repaso, no desde las cifras y los datos, sino de las sensaciones que nos ha transmitido la ciudad. Porque muchas veces la percepción que tenemos de las cosas es más determinante para la formación de una opinión que las frías estadísticas.

En ese sentido, creo compartir con muchos vecinos la sensación de que Santa Cruz ha vivido una de las mejores Navidades de los últimos años. La animación en nuestras calles, la creciente actividad de nuestro tejido comercial o el movimiento incesante de cruceristas, turistas y visitantes, han contribuido decisivamente a crear un clima festivo y alegre del que todos hemos podido participar.

Es evidente que la mejora de la situación económica tiene un peso importante en ese nuevo estado de ánimo, que hacía años no se veía en Santa Cruz. Y si la economía es, en parte, un estado de ánimo, podemos decir que el optimismo empieza a hacerse fuerte en nuestra ciudad.

Los comerciantes y restauradores hablan de una buena campaña navideña; los vecinos han participado de manera masiva en todos aquellos actos organizados con motivo de unas fechas tan señaladas; la ciudadanía en su conjunto ha podido disfrutar de unas fiestas tan animadas como tranquilas y seguras.

Por la parte que toca al Ayuntamiento, este año diseñamos un programa navideño muy ambicioso, que arrancó ya en noviembre con el encendido del alumbrado, una cita que poco a poco va congregando a un número mayor de personas en el entorno de la plaza del Príncipe. Confeccionamos un programa festivo para todo tipo de público y en todos los barrios de la ciudad, con actividades culturales, de ocio, de dinamización comercial o deportivas. Recuperamos el torneo júnior de baloncesto Ciudad de Santa Cruz. Organizamos por primera vez un Belén viviente en la plaza de la Candelaria. Mantuvimos las principales atracciones navideñas para los más pequeños, como el recibimiento a los Reyes Magos o la Cabalgata. Fueron, en definitiva, más de 1.500 horas de actividades en 150 actos diferentes, todos ellos gratuitos.

Esta programación, sin embargo, se habría quedado en nada de no haber recibido la magnífica respuesta que le han dado todos los vecinos de Santa Cruz y cuantos nos han visitado estas últimas semanas. Por cierto, decir como anécdota que los fuegos artificiales de Fin de Año fueron especialmente reconocidos por residentes y cruceristas.

A pesar de que la Navidad es un período muy corto y de especiales connotaciones para la vida de cualquier ciudad, es precisamente esa animación y esa pulsión comercial la que queremos para Santa Cruz todo el año. ¿Por qué tenemos que resignarnos a unas fechas concretas para experimentar todo el potencial que puede ofrecer nuestra ciudad?

En ese sentido, tenemos por delante un gran objetivo por el que luchar: el grupo de gobierno municipal seguirá trabajando, de común acuerdo con todos los sectores económicos de Santa Cruz, para seguir revitalizando la vida del municipio, a todos los niveles. Para aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten y proyectar a la capital como la ciudad que realmente es: abierta, dinámica, viva, divertida, habitable y saludable.

Ahora que acabamos de dejar atrás las fiestas navideñas, que darán paso casi sin solución de continuidad a los Carnavales, estamos en condiciones de hacer un balance de lo que han sido estas últimas semanas. Un repaso, no desde las cifras y los datos, sino de las sensaciones que nos ha transmitido la ciudad. Porque muchas veces la percepción que tenemos de las cosas es más determinante para la formación de una opinión que las frías estadísticas.

En ese sentido, creo compartir con muchos vecinos la sensación de que Santa Cruz ha vivido una de las mejores Navidades de los últimos años. La animación en nuestras calles, la creciente actividad de nuestro tejido comercial o el movimiento incesante de cruceristas, turistas y visitantes, han contribuido decisivamente a crear un clima festivo y alegre del que todos hemos podido participar.